Pregunta: ¿Si soy sefaradí y tengo que viajar, puedo comer en cualquier casa de judíos ortodoxos aunque sean ashkenazim? ¿Qué diferencia hay entre nuestra carne y su cocción y la de ellos? ¿Hay en quien apoyarse bediavad?
Hay diferencias entre los dictámenes halájicos del Shulján Aruj y del Ramá con respecto a la carne “glat” o “jalak”.
El Shulján Aruj opina que si los pulmones de la vaca no están completamente lisos de imperfecciones, (“glat” en yiddish, o “jalak” en hebreo) la carne de esa vaca está prohibida para su consumo.
La costumbre comunidad sefardí sigue esta opinión.
La costumbre entre los ashkenazím es, que si hay una adhesión a los pulmones que puede ser removida y el pulmón queda liso debajo de la adherenc después de haberla retirado, se considera apto para su consumo, pero no “glatt”.
Hay otra diferencia entre las opiniones, que es, que el Ramá (a quien los ashkenazim siguen) considera que una adherencia pequeña, fácilmente removible se define como una clase inferior de adherencia, conocida como “rir”, y que la presencia de hasta dos adherencias pequeñas de ese tipo, que fácilmente se desprenden, todavía califican al animal como “glatt” según la tradición ashkenazí.
Los sefardím, según el Shulján Aruj, prohíben la carne incluso con esta adherencia de clase baja. Según esto, en teoría un judío sefardí no debería comer carne que fue tratada de acuerdo con la opinión ashkenazí. (En verdad, muchos ashkenazim son estrictos y también sólo consumen carne “glatt”). Hoy en día, la OU (y la mayoría de las organizaciones kashrut en los Estados Unidos) sólo certifican la carne que es glatt, aunque no necesariamente sea Jalak Beit Yosef). Y esto parece ser la costumbre, que los judíos sefardím se aseguran de comprar su carne con supervisión estándar “Jalak Bet-Yosef”.
Sin embargo, cuando se trata de comer carne en una casa o en un evento ashkenazí hay espacio para ser permisivos. Rav Ovadia Yosef Zt”l citó la respuesta del D’var Shmuel (del rabino Shmuel Abuhav zt “l, de Italia hace unos 400 años) que permitió que un sefardí comiera de carne ashkenazí mientras no se supiera con certeza que había de hecho, una adherencia en los pulmones de la vaca.
Toda carne que tiene una supervisión ashkenazí en ella puede de hecho haber venido de una vaca que tenía pulmones perfectamente lisos, y era en verdad “glatt” o “jalak”, y tal carne sin duda sería aceptable para el rabino supervisor, pero sería empaquetada y vendida como carne “ashkenazí pero no glatt”, porque esa es la supervisión kashrut bajo la cual fue sacrificada, y no porque no fuera de hecho “glatt”.
Según esta opinión, se permite a un huésped participar de la comida de su anfitrión (y quienes quieran ser estrictos recibirán bendición por ello), tanto más si se trata de una “seudá de mitzvá”, como una boda o algo similar.
En mi humilde opinión, ciertamente se debe confiar en esta permisiva opinión si ser estricto puede llevar a insultar a alguien, o causar tensión, etc. En tal caso, se debe tratar de ser estricto con la mitzvá de amar al prójimo judío.
La comunidad lubavich consume carne “Jalak Bet Yosef”. Entonces, en lo que respecta a la carne, se puede consumir en un restaurante bajo supervisión de jabad.
Sin embargo, por ejemplo, en Francia, ninguna supervisión rabínica requiere un cocinado de acuerdo con los requisitos de “Bet Yosef”.
Según el Bet Yosef, la mayor parte del cocinado debe ser realizada por un judío, y no es suficiente que los fuegos sean encendidos por un judío. (Este requisito concierne a todos los platos que son lo suficientemente importantes como para llevarlos a la mesa de una persona importante y que no se pueden comer al estar crudos, con excepción del pan y otras pastas horneadas, como las pizzas). Véase Shulján Aruj Yoré Deá, capítulo 113.
Sin embargo, en algunos restaurantes toman este requisito a título personal, y cada quien deberá averiguarlo en cada restaurante.
Finalmente, hay que saber que si algunos sefaradím son estrictos en este tema, el Rav Ovadia Zt”l fue permisivo e incluso le autorizó a un sefardí consumir un alimento cocinado por un no judío si el fuego fue encendido por un judío y si el restaurante pertenece a un judío (Kitzur Shuljan Aruj del Yalkut Yosef, capítulo 113, párrafo 4, en nombre de Rav Ovadia Yosef).
En resumen, la carne servida en un restaurante bajo supervisión rabínica de Lubavitch es adecuada para el consumo de un Sefardí. Según el rabino Ovadia Yosef, la cocina tampoco supone un problema, pero lejatejilá, para un sefardí, se recomienda que solo consuma una carne enteramente cocinada por un judío a fin de cumplir con todas las opiniones.