Pregunta:
¿Se puede hacer la bendición de los árboles en Shabat? ¿Cuál es el mejor momento para bendecir y dónde?
Respuesta:
Es bueno decir esta bendición el día de Rosh Jodesh Nisán, ya que las personas que se apresuran a cumplir con las mitzvot se consideran ágiles. Hay quienes acostumbran recitarla durante Jol Hamoed, ya que de esa manera lo hacen muchas personas juntas y todos están vestidos con ropas bonitas en honor de la festividad. Si alguien no puede recitarla en alguno de estos momentos, tiene todo el mes de Nisán para hacerlo. Si termina el mes de Nisán y alguien todavía no pudo recitarla, debe decirla en cualquier otro momento pero no debe mencionar el nombre de Hashem en la bendición (Kaf Hajaím, ibíd., inciso 1).
No se debe decir la bendición por los árboles en Shabat o en Yom Tov. Aunque Rosh Jodesh caiga en Shabat, y alguien quiera cumplir con la expresión “los ágiles se adelantan en el cumplimiento de las mitzvot”, no debe decirla en Shabat (Hagadat Oraj Jaim 7:7; Kaf Hajaím 226:4).
Hay que hacer un esfuerzo por bendecir en presencia de un grupo de diez o más personas. No obstante, no hay que postergar la bendición por eso (Hagadat Oraj Jaim 7:5; Kaf Hajaím 226:7).
Es recomendable lavarse las manos (sin bendecir) antes de la bendición por los árboles (Hagadat Oraj Jaim 7:3; Kaf Hajaím 226:3).
De acuerdo con los Sabios de la Cabalá, con esta bendición se hacen grandes arreglos (tikunim) en las almas de los muertos, principalmente en las del padre y la madre de quien la dice. Por lo tanto, hay que hacer el esfuerzo de recitar el “Petaj Eliahu” antes de hacer la bendición (hay quienes lo dicen después). Después de la bendición hay que separar tres monedas para la tzedaká, para la elevación de las almas, y leer la petición ordenada para este fin (Hagadat Oraj Jaim 7:5 y 6; Kaf Hajaím 226:6, 8).
Es bueno y recomendable decir esta bendición fuera de la ciudad, tal como dice la Guemará: “El que sale en los días de Nisán y encuentra árboles en los que están brotando flores”. No obstante, un erudito de la Torá que dedica su tiempo al estudio, no debe perder su tiempo en salir de la ciudad para recitar esta bendición, y puede bendecir por los árboles de su patio. Asimismo puede hacerlo quien se le dificulta salir de la ciudad (T.B. Berajot 43b; Hagadat Oraj Jaim 7:8; Kaf Hajaím 226:3).
En el mes de Nisán se tiene el mérito de recitar la bendición por los árboles, lo cual se hace una sola vez al año (Shulján Aruj 226:1).
¿Sobre qué se bendice? Se debe bendecir por lo menos sobre dos árboles, aunque los dos sean de la misma especie; no obstante, en principio se debe procurar embellecer la mitzvá y bendecir sobre dos árboles frutales de distinta especie (Hagadat Oraj Jaim 7:9; Kaf Hajaím 226:2).
En el momento de bendecir por los árboles, es necesario que estos tengan flores que ya hayan brotado; sin embargo, si ya comenzaron a crecer las frutas, y no queda en él árbol ninguna flor, si no es posible encontrar árboles con flores, se debe bendecir sin mencionar el nombre de Hashem en la bendición (Mishná Berurá 266:4; véase Kaf Hajaím, ibíd. inciso 7, con respecto a la costumbre del mundo; Kaf Hajaím, inciso 2; en la época del Kaf Hajaím todavía no salían a la luz las palabras del Ben Ish Jai en su explicación a la hagadá; véase el Gaón de Vilna, ibíd., inciso 2, que discute con el principio del Shulján Aruj, y afirma que aunque ya hayan crecido frutas en el árbol, se debe bendecir; en la práctica, las personas que siguen la opinión del Gaón siempre deben bendecir, pero los demás, deben bendecir sin mencionar el nombre de Hashem en la bendición; Hagadat Oraj Jaim 7:11, en nombre del Séfer Haeshkol, pág. 68 de la edición 628). |