Pregunta: ¿
¿Es correcto hacer ayunos en los 10 días de teshuvá?
Respuesta:
Muchas personas acostumbran ayunar en los diez días de arrepentimiento (Shulján Aruj, Ramá, 581:2). En los dos días de Rosh Hashaná no se debe ayunar, ni en Shabat ni en la víspera de Yom Kipur. Si la persona que quiere ayunar tiene que participar en un banquete por motivo de una mitzvá, puede comer durante ese día y ayunar en otro día para compensarlo. De la misma forma, si la persona sabe con anticipación que va a tener que participar en dicho banquete de mitzvá, puede ayunar en uno de los días previos al evento para compensar ese día (Véase Kaf Hajaím 568:40,42). Y escribió el Shaaré Kedushá (pág. 90): “Si una persona ayuna en los siete días que hay entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, y hace una teshuvá shelemá (arrepentimiento total de sus malos actos), cada uno de estos siete días le sirve de expiación por los pecados que cometió en ese día de la semana. ¿Cómo es esto? Por ejemplo, si el primero de los diez días de arrepentimiento cae en lunes, y la persona ayuna y se arrepiente de todos sus pecados, eso le servirá de expiación para todos los pecados que cometió en los lunes durante toda su vida. Y si logra hacer esto por siete días, con excepción del Shabat, se le perdonarán todos los pecados que cometió en toda su vida”.
Todos estos ayunos no son obligatorios, por lo tanto, si por causa de ellos alguien no va a poder estudiar Torá, es mejor que la estudie. Y alguien que es débil y no puede soportar estos ayunos, no debe hacerlos, para que pueda ayunar en Yom Kipur y en el ayuno de Guedalia (Kaf Hajaím 581:61).
En los diez días de arrepentimiento no se deben hacer “ayunos sin interrupción”, es decir, ayunar toda la semana tanto de día como de noche, pues no es correcto ayunar en las noches, dado que en estos días las principales correcciones (tikunim) las debe hacer la persona por medio de la comida y la bebida, y si no fuera porque estamos obligados a ayunar de día para enmendar nuestras malas acciones, tampoco ayunaríamos durante el día. Pero una vez que hemos ayunado durante el día, debemos utilizar la noche para hacer las correcciones necesarias por medio de la comida y la bebida. Por eso está escrito en el libro “Torá Lishmá” que la persona debe comer pan todas las noches para poder así bendecir el Birkat Hamazón (Ben Ish Jai Nitzavim 24; Shut Torá Lishmá, cap. 146).
Aquel que quiera hacer un ayuno individual debe asumir el ayuno en el rezo de Minjá del día previo al ayuno, antes del segundo ihiú leratzón al final de la amidá, antes de dar los tres pasos para atrás. Y si alguien se olvidó de hacerlo, mientras no sea de noche o si no ha rezado arvit, puede hacerlo. Sin embargo, respecto al ayuno de Guedalia, que es obligatorio, no hay necesidad de asumir el ayuno verbalmente (Lashón Jajamim 1, cap.18; véase también en Las leyes de los ayunos, cap. 31).
El 3 de Tishré fue establecido como un día de ayuno público por causa del asesinato de Guedalia, el hijo de Ajikam. Después de que el primer Bet Hamikdash fuera destruido, el rey Nabujadnetzar nombró a Guedalia como líder de los judíos que quedaron en la Tierra de Israel; debido a los pleitos y al odio gratuito entre ellos, Guedalia fue asesinado a manos de Ishmael, hijo de Netania. A partir de tal suceso, los judíos que se habían quedado en la tierra de Israel fueron exiliados y miles de ellos fueron asesinados; y estas son las palabras del Rambam (Las leyes de los ayunos 5:2): “El día en que Guedalia ben Ajikam fue asesinado, la brasa restante de los judíos que había quedado encendida se apagó, y esto provocó que fueran exiliados”.
Si el 3 de Tishré cae en Shabat, se posterga el ayuno para el día siguiente.
Todos están obligados a ayunar en este día, a excepción de los enfermos, aunque su vida no corra peligro, y mujeres embarazadas y lactantes, dado que sufren por causa del ayuno (Véase en Las leyes de los ayunos cap. 31).
Si alguien desea comer o beber antes del alba el día del ayuno, debe expresarlo antes de irse a dormir; de acuerdo con el Zohar, esto sólo funciona para poder beber pero no para poder comer (Véase el capítulo 31, halajá 47).