Pregunta:
¿Si mi mujer y yo pasamos la noche en el hospital por el nacimiento de un bebé, debemos encender las velas correspondientes a la noche del jag con luz artificial o mejor me voy yo a casa un momento y la enciendo solo y ella saldría de jobá conmigo? ¿O ella además de ir a casa que encienda linternas en el hospital? ¿Se puede usar luz artificial como velas en Janucá?
Respuesta:
Establecieron los Sabios de aquella generación que estos ocho días, que comienzan a partir del 25 de Kislev, son días de alegría y de alabanza, en los que se encienden velas en las puertas de las casas en cada una de las ocho noches, para mostrar y revelar el milagro. Estos son los días llamados Janucá, y está prohibido hacer elogios fúnebres en ellos, o ayunar, tal como está prohibido hacerlo en Purim. El encendido de las velas es un precepto de origen rabínico, al igual que la lectura de la meguilá que se hace en Purim (Rambam, halajot de Janucá 3:3). Lo principal del encendido es la publicación del milagro, dado que el fuego es algo que se alcanza a ver a distancia.
El precepto de las velas de Janucá es para el “hombre y su casa”, es decir, el hombre y su esposa. Por lo tanto, la mujer no enciende una vela por sí misma, sino que cumple con su obligación a través del encendido que hace su esposo. Por lo tanto, es bueno que la esposa y los hijos se ubiquen junto al esposo en el momento de las bendiciones y del encendido de todas las velas (Ben Ish Jai, Vayeshev 1).
En principio, la obligación de encender las velas de Janucá es en la casa donde se habita de manera fija; aunque se pueden encender las velas en un auto que está viajando, en un barco, en un avión o algo por el estilo, para publicar el milagro en todo lugar, no se cumple con la mitzvá encendiendo en estos lugares, y no se debe bendecir por ese encendido, ya que tales lugares no se consideran una vivienda fija (véase Mikraé Kodesh 18 y Rashi en el Tratado de Shabat 23a, divur hamatjil ‘Haroé’). Se debe tener cuidado de no provocar un incendio en estos lugares, y, por lo tanto, en lugar de las velas se pueden utilizar luces eléctricas.
No se debe bendecir por una janukiá con velas eléctricas, y al encenderla no se cumple la mitzvá (Kaf Hajaím 673:19). De todas maneras, para publicar el milagro, hay una mitzvá de encender una janukiá con velas eléctricas en los lugares públicos, pero sin bendecir por ella (Ajaronim).
Es adecuado que la persona casada que sale de viaje en Janucá, le indique a su esposa o a sus hijos que enciendan las velas por media hora, que bendigan por ellas a la hora de la salida de las estrellas, y que tengan en mente la intención de incluirlo en el encendido para que él también cumpla con su obligación apoyándose en ellos; de todas maneras, cuando él llegue al lugar donde se va a hospedar, debe encender las velas sin bendecir, y, en caso de que le sea posible, debe intentar embellecer la mitzvá y escuchar las bendiciones de alguien que esté obligado a encenderlas en ese lugar, debe responder amén a sus bendiciones y luego encender sus propias velas (Kaf Hajaím 676:25).
Las mujeres también están obligadas a cumplir con la mitzvá de encender las velas de Janucá; cuando su esposo se encuentra en la casa, ella cumple con su obligación a través del encendido de su esposo, pero él debe tener en mente la intención de incluirla y ella tiene que tener en mente la intención de cumplir mediante ese encendido. Por lo tanto, es bueno que se ubique al lado de su esposo cuando él las encienda.
Si el esposo no se encuentra en casa, ella debe encender y bendecir por sí misma. Si ella no sabe bendecir, otro hombre, mayor de 13 años y un día, puede bendecir por ella, aunque él ya haya encendido en su propia casa, y luego ella o el mismo hombre que bendijo pueden encender.
En conclusión: Idealmente el esposo debe ir a la casa a encender y tener en mente que está cumpliendo la mitzvá para toda la familia, incluyendo a su esposa. Si quiere prender en el hospital con luces eléctricas para ella puede para publicar el milagro, pero no se puede bendecir por ellas y no se sale de la obligación.
Un saludo
Centro internacional de preguntas haláicas |