Pregunta:
¿Alguien que pasó toda la noche despierto, qué debe omitir en su Tefilá?
Respuesta:
Las dieciocho bendiciones de la mañana, desde “hanotén lasejví” hasta el final de las bendiciones de la Torá, hay que decirlas todos los días, aunque no haya recaído sobre alguien la obligación, ya que en todas estas bendiciones hay secretos maravillosos de “luces superiores” que no se deben anular. Aunque una persona no haya dormido, no se haya quitado la cubierta de su cabeza, su ropa, su turbante, sus zapatos o todas las cosas similares a estas, debe decir estas bendiciones todos los días, ya que fueron establecidas por la costumbre de todo mundo, etc. (Shaar hakavanot, Birkot hashajar 48:1; Kaf Hajaím 46:49).
Si alguien que no durmió planea seguir despierto, por ejemplo, en la noche de Shavuot, o alguien que hizo tikún karet o algo por el estilo, o alguien que se quedó trabajando toda la noche, después de la medianoche debe bendecir las birkot hashajar desde “Elokai neshamá” hasta “gomel jasadim tovim leamó Israel”. No obstante, las bendiciones de “netilat yadaim” y “asher yatzar” no se deben bendecir a menos que haya recaído la obligación específica sobre la persona. Las bendiciones de la Torá no se deben decir a medianoche. Cuando sea de mañana, a la hora del alba, hay que lavarse las manos sin bendecir y recitar las bendiciones de la Torá. Si alguien fue a hacer sus necesidades fisiológicas, debe bendecir “asher yatzar” (véase Shulján Aruj 4:13; Kaf Hajaím, en nombre de los mekubalim 4:47; Ben Ish Jai, Vayeshev 13). Si alguien hizo sus necesidades fisiológicas en la mañana, según la Mishná berurá (inciso 30) debe bendecir “asher yatzar” y también “netilat yadaim”, como será aclarado más adelante.
Si alguien no dijo las “birkot hashajar” a la medianoche, puede decirlas durante toda la noche o en la mañana, y véase más adelante si puede decirlas en el transcurso del día (Sefer Halajá 1, pág. 32, inciso 3).
Por lo general, solemos juntar la bendición de “Elokai neshamá” con la de “asher yatzar”. Si alguien no puede hacerlo, puede bendecir “Elokai neshamá” sin decir antes “asher yatzar” (véase Shulján Aruj 6:3; Ben Ish Jai, Vayeshev 12; Od Yosef Jai, Vayeshev 7).
Alguien que pasó despierto toda la noche no puede decir las bendiciones de la Torá hasta que llegue el alba. Por lo tanto, si alguien está en duda de si ya llegó el horario del alba, no puede bendecir todavía ni puede estudiar Torá en ese periodo de tiempo, y debe tener cuidado de no sentarse en silencio, sino que debe recitar poemas, cánticos y alabanzas a Hashem. Hay que tener cuidado de que esos cánticos no contengan versículos, aunque se expresen como súplicas (Shulján Aruj 486:9; Kaf Hajaím 47:26; Mishná Berurá, ibíd., inciso 28; Ben Ish Jai, Vaishlaj 3; Vayeshev 13).
De acuerdo con la opinión de la Mishná Berurá, si alguien no duerme toda la noche, puede decir todas las “Birkot hashajar” con excepción de las bendiciones de la Torá, la de “Elokai neshamá” y la de “hamaavir jeblé shená”, pues existe una duda con respecto a estas bendiciones. Por lo tanto, lo mejor es buscar a una persona que haya dormido en la noche o alguien sefaradí, que de todas maneras las bendicen, y hay que escucharlas de él y responderle amén, teniendo la intención de cumplir la obligación por medio de sus bendiciones, pero no se debe decir “Baruj Hú ubaruj Shemó”.
Si no puede encontrar a alguien que haga estas bendiciones por él, no debe decirlas por sí mismo, sino que debe tener la intención de cumplir con las bendiciones de la Torá por medio de recitar la bendición de antes del shemá de “ahavá rabá” o “ahavat olam”, y después de la amidá hay que decir los tres versículos que se suelen recitar después de las bendiciones de la Torá, que son los de la bendición de los Cohanim. De acuerdo con el Shulján Aruj Harav, si no hay quien bendiga por él, puede decir las bendiciones de la Torá por sí mismo (véase Mishná Berurá 47:28). |