Pregunta:
¿Se puede tener relaciones maritales con luz en el cuarto? ¿Y que pasa si en Shabat hay una luz prendida?
Respuesta:
Por recato, no se deben tener relaciones maritales en un lugar donde hay luz. Esto se refiere a la luz del día, de la luna, de las velas, luz eléctrica y similares.
En los casos en los que está permitido tener relaciones maritales durante el día se debe oscurecer la habitación cubriendo las ventanas, etc., aunque no pueda oscurecerse por completo.
A un estudioso de la Torá, que es recatado en sus actos y no existe la sospecha de que mire las partes privadas de su esposa, se le permite tener relaciones matrimoniales aunque la luz del día entre en la habitación, con la condición de que se cubra a sí mismo y a su esposa con una manta. Sin embargo, no debe hacerlo a menos que sea un caso de gran necesidad. De manera similar, cualquier hombre que esté en peligro de caer en un pecado y no pueda oscurecer su habitación, puede tener relaciones maritales al cubrirse como lo hace un estudioso de la Torá, pero también debe tener mucho cuidado de no mirar nada, al igual que un estudioso de la Torá.
La manta debe cubrirlos por completo, desde la cabeza hasta los pies, de manera que no quede nada descubierto; y la manta debe ser opaca, de manera que bloquee toda la luz.
Cuando la luz de la luna ilumina la habitación, pero no directamente sobre ellos, algunas autoridades les permiten tener relaciones maritales si se cubren, y otras lo prohíben. Por lo tanto, es apropiado cerrar las persianas, cortinas o similares. En circunstancias apremiantes, pueden ser permisivos si se cubren con una manta, aunque la luna los ilumine directamente.
Está prohibido tener relaciones maritales bajo el cielo, si la luz de luna los ilumina, aunque no ilumine directamente sobre ellos. Si no hay luz de la luna, sólo se permite tener relaciones en un lugar recatado y cercado. La luz de las estrellas no se considera luz con respecto a esta prohibición, pero si brillan de forma clara y fuerte, deben abstenerse de tener relaciones incluso bajo esa luz.
Está prohibido tener relaciones maritales a la luz de las velas, luz eléctrica o algo similar, aunque se cubran como fue indicado antes. Si alguien lo hace puede causar que su hijo sea epiléptico, incluso en un caso en que su esposa ya está embarazada.
Si la vela (u otra fuente de luz) está en otra habitación pero también ilumina la de ellos, un estudioso de la Torá tiene permitido cubrirse a sí mismo y a su esposa y tener relaciones maritales. Aunque la luz esté en la misma habitación, si se trata de un erudito de la Torá, puede hacer una división (mejitzá) que separe la habitación en dos partes: la luz en una parte y ellos en la otra, y de esa manera pueden tener relaciones maritales si se cubren él y su esposa.
La división debe tener al menos ciento noventa y dos centímetros de largo y ochenta centímetros de altura, y debe ser lo suficientemente fuerte como para que no se mueva con el viento, si es que hay viento en la habitación.
Está prohibido hacer esa división en Shabat, a menos que se cumplan ciertas condiciones especiales.
Si un hombre no puede o no quiere apagar la vela o la luz, puede cubrirla con un utensilio o con una toalla gruesa o algo similar, hasta que la luz esté bien cubierta, y luego puede tener relaciones maritales. Aunque brille un poco de luz débil y tenue, se considera algo insignificante, y está permitido. Esto también se permite en Shabat y en Yom Tov sin lugar a duda, siempre que se tenga cuidado de no apagar la luz al cubrirla.
Si les es imposible apagar o cubrir la vela o la luz de la habitación, algunas autoridades permiten que un estudioso de la Torá tenga relaciones maritales cubriéndose a sí mismo y a su esposa. La costumbre es ser permisivo al respecto si la mujer no está embarazada ni tiene la posibilidad de quedar embarazada por esa relación.
Algunas autoridades permiten las relaciones maritales en un lugar iluminado cuando se trata de “la relación de mitzvá” con una novia virgen, aunque el novio sea devoto y realizado en el cumplimiento de las mitzvot. El motivo de esto es que, por lo general, la mujer no queda embarazada en la relación de mitzvá, y ésta sólo la ayuda a formarse (a permitirle tener hijos), como está escrito: “Porque él con las relaciones maritales te forma”; por lo tanto, todas las prohibiciones mencionadas anteriormente no aplican con respecto a tal relación . Sin embargo, no se acostumbra seguir esta opinión permisiva en lo absoluto, no sea que la novia se vuelva despreciable ante los ojos de su esposo, como se explicó anteriormente. De cualquier manera, si se le dificulta tener relaciones y es incapaz de cumplir la mitzvá, debe consultarle a una autoridad rabínica |