Pregunta:
¿Qué pasa si alguien no sabe qué hacer si se equivocó en la bendición de las lluvias? ¿Puede interrumpir su amidá para preguntar? ¿Y si se equivoca y no repite nada? ¿Y si se equivoca el 7 de jeshván mismo también aplican las mismas leyes?
Respuesta:
Desde el rezo de musaf de Sheminí Atzeret se comienza a decir “mashiv harúaj umorid haguéshem”, expresión de alabanza que se sigue haciendo a diario hasta el rezo de shajarit del primer día de Yom Yov de Pesaj (incluyendo este rezo). Antes de comenzar a decirlo se hace un rezo especial con poemas litúrgicos referentes a la lluvia, para que sirva como un anuncio para la gente.
Si alguien dijo “morid hatal” en lugar de “mashiv harúaj umorid haguéshem”, no se considera como una maldición, pero tampoco es el agradecimiento correcto, dado que en el invierno caen tanto lluvias como rocío de bendición; por lo tanto, si alguien se da cuenta de su error antes de concluir la bendición de “mejayé hametim”, debe repetir desde “Atá guibor” y luego decir “mashiv harúaj umorid haguéshem”. No obstante, si alguien ya dijo el nombre de Hashem en la bendición “mejayé hametim”, no debe repetirlo (Shulján Aruj 114:5, 6; Nekudat Hakésef, ibíd.).
Si alguien no dijo “mashiv harúaj” ni “morid hatal” debe repetir la amidá, y no puede agregarlo en la bendición de “shomea tefilá” (véase T.B., Berajot 29a; Shulján Aruj 114:5).
Si alguien se equivoca a la mitad de la amidá y no se acuerda de lo que debe hacer, no puede consultar a las personas en mitad del rezo, ya que eso se considera una interrupción. Más bien, debe ir en silencio a abrir un libro de halajá para fijarse en lo que debe hacer. Si estaba rezando en el lugar fijo donde siempre reza, debe regresar a su lugar y continuar la amidá de acuerdo con lo que haya leído en la halajá, pero si no estaba rezando en su lugar fijo, debe continuar su rezo en el lugar donde leyó la halajá (véase capítulo 104; Kaf Hajaím, inciso 21).
Alguien que no dijo “vetén tal umatar liberajá” en el rezo de minjá del viernes, y sólo se acuerda en la noche de Shabat, no tiene que rezar dos veces la amidá de Shabat, ya que en esta última no se dice la bendición de “barej alenu”, y no puede hacerla como un rezo de devoción, ya que en Shabat no se pueden ofrecer este tipo de rezos (véase Shulján Aruj 108:11; Ben Ish Jai Mishpatim 16). En lugar de esto, cuando el que dirige el rezo pronuncie la bendición de “meen sheva”, debe tener la intención de cumplir su obligación escuchándola, siempre y cuando le pida al que dirige el rezo que tenga la intención de incluirlo, y que también escuche toda la bendición (véase Mishná Berurá 268:28; Kaf Hajaím, ibíd., incisos 53,56, 57; asímismo, véase Rabbí Akiva Eiguer 114:5; Rav Paalim 4:6; véase Shulján Aruj 107:1; Ben Ish Jai, Mishpatim 16).
Está prohibido decir “mashiv harúaj umorid haguéshem” antes de que quien dirige el rezo haga el anuncio mediante el rezo especial en el que se pide por la lluvia, o de alguna otra manera (Shulján Aruj y Ramá 114:2). Alguien que reza en su casa de manera individual no debe decir “mashiv harúaj umorid haguéshem” en el rezo de musaf antes de que en alguna de las sinagogas hayan anunciado la petición por las lluvias.
Si en la noche del 7 de Jeshván alguien se olvida de decir “vetén tal umatar liberajá”, es bueno que repita la amidá de arvit, y que ponga como condición que si no está obligado a repetirla, que su segunda amidá sea considerada un rezo de devoción (véase Kaf Hajaím 117:10). |