Pregunta:
El año que entra es la shemitá. ¿Cuándo se hace la eliminación de los maaserot del séptimo año? ¿Cómo se debe hacer? ¿Hay una obligación de hacer el viduy?
Respuesta:
En Pesaj del cuarto año del ciclo de la shemitá, y en el año de la shemitá, hay que eliminar los maaserot, y se les denomina “año de la eliminación de los maaserot”.
En el cuarto año se eliminan los maaserot que se acumularon en la casa desde el primer año hasta el cuarto año del ciclo de la shemitá, y en el año de la shemitá se eliminan los maaserot que se acumularon desde el cuarto año del ciclo de la shemitá, y también los maaserot del séptimo año de aquellos productos a los que se les requiere separar maaser en ese año.
En estos años tambien hay algo llamado “la confesión de los maaserot”, que se dice después de eliminar todos los maaserot que había en la casa.
La confesión de los maaserot se hace el séptimo día de Pesaj del cuarto año y del séptimo año del ciclo de la shemitá.
En la víspera de Pesaj, o antes, la persona está obligada a verificar en su casa todas las frutas y verduras, secas congeladas o en conserva, y todas los otros productos a los que se les debe separar maaser y terumá y debe cerciorarse de que se les haya separado lo necesario. También hay que cerciorarse de que se le haya separado jalá los productos que lo requieren. Si todavía no se le ha separado jalá, hay que hacerlo de inmediato.
Si una persona está en duda si le separó masserot a un producto, debe separarle por las dudas.
El “maaser rishón” se le debe dar al leví y el “maaser aní” se le debe dar a los pobres. El “masser shení” se debe redimir y asimismo el “neta rebai” (Se refiere a los frutos que brotan durante el cuarto año de vida del árbol).
Si una persona tiene dinero en el que fue redimido la santidad del “maaser shení”, aunque tenga una perutá jamurá (moneda de plata donde redime la santidad del maaser shení), debe redimir la santidad del dinero y pasarla a su perutá jamurá (que es el equivalente a 1/40 gramo de plata pura). Hay que raspar esta moneda para destruirla y si no es posible, se puede envolver en plástico y tirarla al mar o la cañería. Otra opción es tomar la cantidad de azúcar equivalente al valor de la moneda, y redimir el dinero de maaser shení sobre la azúcar y luego diluir el azúcar en agua y echarla por el desague de la cocina.
Cuando se hace la redención se debe decir lo siguiente: “Toda la santidad que tiene la moneda que está en mi mano y un quinto más de su valor, que sea redimida y pase a la perutá que está en mi mano”, o que diga, “que sea redimida y que pase al azúcar que está en mi mano”.
Es recomendable separar todo lo necesario antes de Pesaj, ya que si es jametz lo va a quemar. A pesar de que en principio el momento de la eliminación de los maaserot es en la víspera del último Yom Tov de Pesaj, se puede hacer antes.
Hay una mitzvá positiva de confesarse delante de Hashem después de sacar todos los regalos de la siembra de la tierra, y a esto se le llama la confesión del maaser, y no se hace esta confesión más que después de los años en los que se separa “maaser aní” (Shulján Aruj, Yoré Deá 331:140).
¿Cuándo se hace la confesión? En el rezo de minjá del séptimo día de Pesaj (también en la diáspora) del cuarto y del séptimo año del ciclo de la shemitá (Shulján Aruj ibíd.141).
No se hace la confesión más que de día y todo el día es apto para ello. Tanto delante de la casa como no delante de ella, hay una obligación de eliminar los maaserot y confesarse (Shulján Aruj ibíd.142).
Esta confesión puede ser hecha en cualquier idioma y si varias personas quieren hacerla juntas, pueden (Shulján Aruj ibíd. 143).
No se debe hacer la confesión hasta que no tenga en su posesión ninguna de los regalos (terumá, maaser, jalá o algo similar; Shulján Aruj ibíd. 144).
En la víspera del ultimo Yom Tov de Pesaj es el final del tiempo para hacer la eliminación y al otro día se hace la confesión (Shulján Aruj ibíd. 144).
Con respecto a las frutas a las que no les ha llegado la temporada de separarles maaser, cuando llega el momento de la eliminación, no se les debe separar el maaser, y, por tanto, no impiden poder hacer la confesión, y no hay una obligación de eliminarlas (Rambam en las halajót de maaser shení y neta ribay 11:10).
Si alguien separó sus regalos en orden incorrecto o si se le quemaron cuando todavía estaban en estado de tevel (sin separar sus debidos regalos), o si alguien separó el maaser en estado de impureza, no debe hacer la confesión (Shulján Aruj ibíd. 147). Por lo tanto, hay quienes dicen que hoy en día no aplica la ley de la confesión por el maaser.
Se acostumbra leer la parashá de la confesión de los maaserot el séptimo día de Pesaj, antes o después del rezo de minjá, cuando haya más personas presentes. La lectura debe hacerse con la melodía con la que se lee la Torá.
Se lee la parashá de la confesión de un jumash como si se estuviera leyendo de la Torá, cuatro versículos de la parashá de Ki Tavó (Devarim 26; del versículo 12 al 15), y para cumplir la mitzvá de la mejor manera, es mejor que cada quien lo lea por sí mismo. |