Pregunta: ¿Qué se debe tener en mente al cumplir la mitzvá de sucá y en que casos se debe bendecir por ella?
Respuesta: Está escrito en la Torá: “A fin de que sepan sus generaciones que en Sucot Yo hice habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto” (Vaikrá 23:43). Por lo tanto, cuando alguien se sienta en la Sucá, debe tener en mente que Hashem ordenó habitar en las Sucot. Existe una diferencia de opiniones entre los Tanaim con respecto a las Sucot que fueron mencionadas en este versículo: Rabí Eliezer opina que las Sucot mencionadas se refiere a las nubes de gloria que rodearon a los judíos cuando salieron de Egipto. Rabí Akiva, en cambio, opina que se refiere a las cabañas que hicieron los judíos cuando acamparon en el desierto para protegerse del sol (véase Shulján Aruj 625).
Es bueno decir todas las noches de la festividad el “leshem ijud” que aparece en los libros de rezo. Este “leshem ijud” tiene una importancia más grande que cualquier otro, pues existen opiniones que afirman que si alguien no tiene la intención correcta al cumplir la mitzvá de la Sucá con sus motivos, no cumple con su obligación. Está escrito “A fin de que sepan sus generaciones que en Sucot Yo hice habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto”(Vaikrá 23:43), y por lo tanto, al recitar el “leshem ijud” se dice en recuerdo de las nubes de gloria y en recuerdo de la salida de Egipto, para cumplir de esa manera con la obligación de acuerdo con todas las opiniones (véase Ben Ish Jai Parashá de Haazinu 7; Kaf Hajaim 625:3;639:8; Mishná Berurá 625:1).
El honor a la Sucá: Se debe colocar en la Sucá las camas, las sillas y las mesas más bonitas de la casa, y no las viejas y las rotas, para demostrar el cariño por la mitzvá (Shulján Aruj 639:1).
La Sucá debe estar todo el tiempo limpia y ordenada, y no se debe dejar en ella platos sucios u ollas sucias después de haberlas utilizado, una vez que ya no sean necesarias para la comida. Los vasos u otros utensilios que no se considera desagradable que estén allí, se permite dejarlos en la Sucá. Si alguien mete a su Sucá utensilios despreciables, estos no invalidan la Sucá, pero es mejor sacarlos antes de bendecir “leshev basucá”, y si alguien no los sacó o no los puede sacar, tiene permitido bendecir (Shulján Aruj ibíd.; véase Kaf Hajaím ibíd. inciso 16 y 17; Ben Ish Jai, Haazinu 9).
Está permitido meter ollas limpias o decoradas a la Sucá, ya que hoy en día las ollas están limpias y durante todo el año se acostumbra colocarlas sobre la mesa, incluso delante de los invitados (véase Mishná Berurá incisos 4 y 5; Kaf Hajaím incisos 16 y 17).
No se debe hacer nada despreciable dentro de la Sucá (Ramá inciso 1).
La bendición de “leshev baSucá”
De acuerdo con la opinión del Rambam y del Gaón de Vilna, cada persona que entra a la Sucá debe bendecir “leshev basucá”, a pesar de que no vaya a comer. Hay quienes siguen esa costumbre (Gaón de Vilna 639:29; véase Mishná Berurá inciso 13). Hay parte de los ashkenazim que bendicen “leshev basucá” cuando comen mezonot.
Hay quienes opinan que sólo se bendice “leshev basucá” cuando se come una kabetzá de pan, y hay quienes dicen que tambien cuando se come un guisado o pasteles cuya bendición es mezonot, si esa es la comida principal, aunque no se coma pan. En la práctica los sefaradím deben decir la bendición pero el nombre y el reinado de Hashem sólo deben pensarlo, y así cumplen con su obligación se acuerdo con todas las opiniones.
Cada vez que se bendice “leshev basucá”, se debe tener en mente exentar la comida, dormir, y sentarse en la Sucá desde ese momento hasta la próxima vez que se bendiga “leshev baSucá” (Shulján Aruj ibíd. incisos 2 y 8; Kaf Hajaím ibíd. incisos 39 y 40; Ben Ish Jai, Haazinu 8.
Durante toda la festividad de Sucot, si una persona come menos de una kabetzá de pan, no está obligado a hacerlo dentro de la Sucá, y, por lo tanto, tampoco bendice “leshev baSucá” si lo come dentro de la Sucá. No obstante, la primera noche de Sucot (o las dos primeras noches en la diáspora), si alguien sólo come un kezait (porque está enfermo o algo similar), debe hacerlo en la Sucá y tiene que bendecir “leshev basucá”. De todas maneras es mejor hacer el esfuerzo de comer una kabetzá (véase Shulján Aruj ibíd. inciso 3; Kaf Hajaim ibíd. incisos 48-49).