Pregunta: ¿Cuáles son las leyes en la diáspora con respecto a las últimas Berajot por la lectura de la meguilá, ya que en la Mishná en taanit dice que las primeras son obligatorias pero las ultimas depende de la costumbre, y qué otras costumbre se varían en la diáspora?
Respuesta: El que lee la meguilá en la noche debe recitar tres bendiciones: 1) “Al mikrá meguilá”. 2) “Sheasá nisim”. 3) “Sheejeyanu”. Al concluir la lectura, se bendice “harab en ribenu, etc.” (Shulján Aruj 692:1).
Es bueno que dos personas se coloquen al lado del dirigente que lee la meguilá, uno de cada lado, y que la congregación se ponga de pie a la hora de las bendiciones, tanto en las dos primeras como en la última. El que lee la meguilá debe decir antes de la bendición: “leshem yijud, etc.”, “birshut morai berabotai”, bendice y lee. Después de la lectura, toda persona que tenga una meguilá debe enrollarla, y luego el dirigente pronuncia la bendición posterior a la lectura de la meguilá (Kaf Hajaím 692:1; Ben Ish Jai, ibíd. 12).
Si una persona tiene una meguilá apta para su lectura (kasher) y sigue la lectura en ella mientras el dirigente lee para toda la congregación, y no quiere cumplir con su obligación de bendecir por medio de la bendición del dirigente sino que quiere bendecir por sí mismo, tiene permitido hacerlo, pero debe bendecir en voz baja (Ben Ish Jai, ibíd. 11).
Sheejeyanu: El dirigente que lee la meguilá de día, de acuerdo con la opinión del Shulján Aruj, no debe bendecir sheejeyanu, ya que lo hizo la noche anterior, pero de acuerdo con la opinión del Ramá, debe bendecir de nuevo sheejeyanu, y esa es la costumbre de los ashkenazim (Shulján Aruj 692:1). Un judío sefaradí que se olvidó de bendecir sheejeyanu por la lectura de la meguilá de la noche, en el día debe escuchar la bendición de un ashkenazí, o puede vestir una prenda nueva, y al bendecir sheejeyanu por ella, debe tener la intención de también incluir la lectura de la meguilá.
Si alguien se olvidó de decir sheejeyanu y se acuerda después de haber empezado la lectura de la meguilá, debe decir esta bendición en el momento en que se acuerde, y si no se acuerda hasta después de que se leyó el versículo de los diez hijos de Hamán, aunque todavía no se haya terminado la lectura de la meguilá, ya no debe bendecir sheejeyanu (Ben Ish Jai, ibíd. 5).
Es bueno tener en mente a la hora de bendecir sheejeyanu, que también incluya la mitzvá del banquete (la seudá) de Purim y la de enviar porciones de alimentos (mishloaj manot). Quienes tienen la costumbre de bendecir sheejeyanu por la lectura de la meguilá del día, deben tener en mente la seudá y los mishloaj manot en el momento de decir la bendición de sheejeyanu del día.
De pie: El que lee para sí mismo la meguilá debe recitar las bendiciones previas y las posteriores de pie, pero la lectura no tiene que hacerla de pie; sólo el dirigente que lee la meguilá para toda la congregación debe hacerlo de pie, por respeto a la congregación (Ben Ish Jai, Teztavé, Halajot de Purim 4).
Lectura individual: El que lee la meguilá de manera individual o en un lugar donde no hay 10 personas, de acuerdo con la opinión del Shulján Aruj, debe recitar las bendiciones mencionadas antes, y de acuerdo con la del Ramá no debe hacer la bendición posterior a la lectura de la meguilá, a menos que haya diez personas (Ramá, inciso 1; véase Biur Halajá, ibíd. divur hamatjil “ela”). Escribió el Ben Ish Jai: “El que lee la meguilá de manera individual, también debe recitar la bendición posterior a la lectura, y esa es la costumbre aquí en nuestra ciudad, y esa es la costumbre que se debe adoptar en todos los lugares, y ningún individuo debería perder esta preciada bendición” (Ben Ish jai, Teztavé 13).
Abrir la meguilá: Antes de bendecir por la meguilá se debe extender todo el rollo como si fuera una carta, y, por lo tanto, es necesario que se haga sobre una bimá (mesa donde se coloca la Torá para su lectura) o una silla donde se pueda apoyar toda la meguilá sin que se vaya a arrastrar por el piso (Ben Ish Jai, ibíd. 4). Hay quienes dicen que no es necesario extender toda la meguilá antes de su lectura, sino que basta con extender la parte inicial que va a ser leída, y no se vuelve a enrollar hasta el final de la lectura (véase Nahar Mitzraim, inciso 4). Según la costumbre, sólo el dirigente hace esto, ya que cuenta con lugar en la bimá para hacerlo (Ajaronim; véase Kaf Hajaím 690:104).
Hay que tener cuidado de no recitar la bendición posterior a la lectura mientras se esté enrollando la meguilá.