Pregunta: ¿Se puede utilizar el ascensor en Shabat? ¿Por qué es problema si sólo me subo y un goy aprieta el botón? ¿Por qué hay gente que no se sube a los ascensores con hejsher?
Respuesta:
Antecedentes del problema
1. Descripción del Ascensor:
El ascensor de Shabat es un ascensor que funciona automáticamente en Shabat según un programa preestablecido, no relacionado con la presencia de pasajeros. El ascensor se detiene en cada piso. Los botones de control están totalmente desconectados. De manera similar, los circuitos que controlan las puertas, como los ojos fotoeléctricos o los interruptores sensibles al tacto en las puertas, no están en funcionamiento. Los ascensores modernos tienen un dispositivo de Pesaje debajo del motor que mide subcarga o sobrecarga durante la operación. Esta información se pasa al centro de control para determinar la corriente inicial necesaria, así como para omitir un piso (carga completa), o para advertir que hay una sobrecarga. Esto también debe desconectarse en Shabat, ya que la entrada de personas al ascensor tiene un efecto directo en el dispositivo de Pesaje. Esto no presenta dificultades técnicas, ni implica un riesgo para la seguridad.
2. Ascender
Ascender en un elevador automático en Shabat parece estar claramente permitido. Es cierto que el motor necesita una corriente más fuerte para operar bajo una carga más pesada y, por lo tanto, cada persona adicional que ingresa al ascensor provoca un aumento en la corriente, pero en general se acepta que esto no presenta un problema halájico.
El aumento de la cantidad de corriente en un circuito no implica ningún nuevo acto de “encendido” (havará), no hay ningún elemento eléctrico nuevo que ingrese al circuito, y no hay un aumento en el “fuego” debido al aumento de corriente.
Las prohibiciones de “construir” (boné) o “terminar un trabajo” (make bepatish) no se aplican cuando el circuito ya está completo, y sólo se aumenta la cantidad de corriente en el circuito. Muchas autoridades afirman que la prohibición del uso de electricidad en Shabat entra en la categoría de “crear” (molid), mencionada en el Talmud con respecto a impregnarle olor a una prenda. La Guemará declara explícitamente que esta prohibición se aplica sólo a la creación de un aroma totalmente nuevo y no a un aumento en uno ya existente (tratado de Beitzá pág. 23a).
La creación de chispas, que tiene lugar en ciertos tipos de motores, tampoco es un problema. Ahora es aceptado que “las chispas no son significantes”, es decir, una chispa, debido a su insustancialidad y transitoriedad, no se considera un fuego cuya creación en Shabat esté prohibida. Sin embargo, el Chazon Ish (OH 50:9) afirma que existe una prohibición rabínica involucrada en la producción de chispas en Shabat.
No obstante, el Rav Shlomo Zalman Oyerbaj concluye que, dado que es inadvertido, indirecto e indeseable, está permitido (Rav SZ Oyerbaj, Kovetz Maamarim Binyanei Jashmal, pág.25).
Algunas autoridades han argumentado que al causar un aumento en la corriente necesaria para levantar el ascensor, uno también está causando indirectamente un aumento en la quema de combustible en la central eléctrica. Sin embargo, el cambio en el generador necesario para elevar un sólo elevador es inapreciable y, en la práctica, puede considerarse inexistente. Una persona que ingresa a su casa tiene una mayor influencia en la temperatura del refrigerador, debido al calor de su cuerpo, que un sólo elevador en una central eléctrica.
Rav Shlomo Zalman Oyerbaj (citado en Shmirat Shabat Kehiljeta, 2ª ed., Cap. 24, n. 137) descarta la posibilidad de que al entrar en el elevador se incremente el funcionamiento de la central eléctrica porque es indirecto (grama). Además, uno puede confiar en el hecho de que generalmente la entrada de una persona no requiere un aumento en el consumo de combustible, y también es posible que en otra parte alguien esté dejando un ascensor en el momento en que uno ingresa, o que una luz de una bombilla se está extinguiendo, de modo que no haya ninguna influencia por su entrada.
3. Descendiendo
En un libro publicado en 1984, Rav L.Y Halperin, jefe del departamento de Halajá del Instituto de Ciencia y Halajá en Jerusalém, cuestionó la permisibilidad de descender en un elevador de Shabat. El Argumentó que el peso de los pasajeros del ascensor se utiliza para bajar al ascensor, lo que provoca una disminución de la corriente en el motor. Mientras el elevador se mueve a la misma velocidad, el peso del pasajero remplaza el motor por parte de la potencia necesaria para bajar el ascensor. Él compara esto con un carro tirado por cuatro caballos, donde un hombre se aprovecha y se une a ellos, aliviándolos así parcialmente de su carga de trabajo.
El problema se deriva del hecho de que en cada piso, el elevador realiza varias operaciones eléctricas, como desaceleración, parada, iluminación del número del piso, etc. Estas operaciones se realizan mediante interruptores que se abren y cierran por el movimiento del ascensor. Si aceptamos el argumento de que el pasajero es parcialmente responsable del movimiento hacia abajo del elevador, entonces también es directamente responsable del lanzamiento de estos interruptores y la consiguiente operación eléctrica.
Además, en los ascensores especialmente grandes que funcionan a plena capacidad, el peso del ascensor podría hacer que el ascensor se estrellara. En esta situación, la corriente eléctrica se usa solo para proporcionar el impulso inicial, después de lo cual el motor actúa como un freno. El descenso libre del ascensor en estas condiciones convierte el motor en un generador, devolviendo la electricidad producida en él a la red eléctrica. En otras palabras, el peso de los pasajeros se utiliza para generar electricidad. Como resultado, es posible que una bombilla encendida cerca del elevador esté utilizando la electricidad producida físicamente por los pasajeros del elevador. (Debe agregarse que este fenómeno es aparentemente inexistente en los ascensores de casas pequeñas, que siempre dependen del motor para proporcionar la energía para el descenso).
La pregunta, entonces, es si uno es halajicamente responsable de los resultados causados por su peso, en lugar de por el desempeño de una acción.
4. Rav Y. Noivirt.
Rav Yeshayahu Noivirt (Shmirat Shabbat Kehiljata, 2ª ed. 23,49) escribe; “Hay quienes permiten el uso de un ascensor automático sólo para el ascenso y no para el descenso, (pero) algunas de las grandes autoridades también permiten el uso de estos ascensores para el descenso”.
La fuente de la sentencia permisiva es el Rav Shlomo Zalman Oyerbaj.
Dado que solo los actos que son “melejet majshevet” están prohibidos en Shabat, y en el caso del descenso del ascensor no se crea nada nuevo ni se efectúa ningún cambio en la velocidad del descenso del ascensor, pero todo tiene lugar exactamente como sin la presencia de los pasajeros, se considera una acción ineficaz. Es como si los pasajeros no hicieran nada.
Conclusión
Ya que existen varias opiniones halajicas al respecto, y hay varios problemas envueltos en utilizar un ascensor en Shabat, si una persona no tiene una necesidad muy grande de utilizarlo, debe abstenerse de hacerlo. Cuando se trata de una persona anciana o enferma, la costumbre es ser permisivos, siempre y cuando, el ascensor cuente con una supervisión rabínica confiable para utilizarse en Shabat.