Pregunta: ¿Se puede escuchar la Meguilá si el Baal Koré la lee con un micrófono para que todos la escuchen? ¿Y a través de un teléfono? ¿Y qué ocurre con una persona que no puede escuchar más que por medio de un aparato auditivo?
Respuesta: El Shulján Aruj 689:2 escribe que tanto la persona que lee la Meguilá como la persona que la escucha sale de su obligación, siempre y cuando sea escuchada de una persona que está obligada a cumplir con la mitzvá.
Las grandes autoridades halajicas de la última generación han analizado el asunto de si es posible escuchar la Meguilá a través de un micrófono o de un teléfono o en la radio en vivo, y la mayoría de ellos han dictaminado que está prohibido, ya que la voz que sale de ellos no es la voz de la persona misma sino que la voz es captada por el aparato y es transformada en ondas y al llegar a la bocina se convierten de nuevo en la voz, y eso es igual que escucharla de una grabación. Con base a esto, una persna qiue no puede oir mas que con un aparato de audición, debe leer por sí mismo la meguilá.
El maharsham en nombre del mari jaguiz habló con respecto a escucharla mediante un eco y al final dictaminó que no sirve escuchar la meguila a través de un eco porque se considera una nueva voz y no se sale así de la obligación, y terminó diciendo que tampoco se puede escuchar a través de un teléfono.
El Rav Shlomo zalman Oyerbaj en Minjat Shelomó, después de haber averiguado con varios expertos sobre el funcionamiento de los micrófonos, concluyó que escuchar por medio de estos es igual al caso que cita la Guemará en Berajot que en el Bet Hakneset de Alejandría, que era tan grande que tenían que levantar pañuelos para que las personas supieran en que berajá estaba el Sheliaj tzibur pero no servía para más que eso, y, por lo tanto, no se puede contestar Amen a una bendición escuchada a través de estos aparatos, ya que no es la voz la que se está escuchando sino la maquina es la que habla, y el que contesta Amen a una bendición así se considera como amen en vano, y solamente alguien que esté cerca de ese lugar físico puede contestar amen pero no se puede salir de la obligación de ninguna cosa que debe ser escuchada.
Algunas autoridades discrepan y afirman que está permitido, ya que siempre las ondas sonoras de la voz necesitan ser transportadas por el aire para llegar al oído de quien las escucha y no es algo que sucede de inmediato, y de todas maneras se considera como la voz de la persona que las emitió. Por lo tanto, según esa opinión, los aparatos solo hacen que esas ondas se propaguen para llegar a una distancia mayor. De cualquier manera, incluso estas opiniones afirman que eso solo debe hacerse en caso de gran necesidad, pero si una persona puede escuchar la meguilá de manera convencional sin necesidad de recurrir a micrófonos o a teléfonos debe hacerlo así.
La costumbre es no utilizar los micrófonos.
La opinión de Rav Mordejai Eliahu zt”l es que si se puede escuchar al jazán sin micrófono, se puede poner uno para aumentar el volumen, pero en caso de que no, no se cumple con la obligación.