¿Qué facilidades se le puede dar a una novia para facilitarle llegar pura a la boda? ¿Y qué se hace en caso de cambio de feche imprevista?
Hefsék tahará: Algunas autoridades opinan que una novia puede hacerse la revisión del hefsék tahará tan pronto como concluya su periodo de menstruación, a diferencia de una mujer casada, la cual debe esperar cinco días desde el comienzo de su menstruación para poder hacerse esta revisión . Hay quienes opinan que también la novia debe esperar estos cinco días para poder hacerse la revisión del hefsék tahará.
A pesar de que la halajá se estableció según la primera opinión, la costumbre es ser rigurosos y seguir la segunda, siempre y cuando eso no provoque el aplazamiento de la boda o de la primera relación de la pareja, o que tengan que casarse mientras la novia esté nidá o algo similar.
Revisiones internas: Las revisiones de una novia virgen son distintas a las de una mujer casada. Esta última debe revisarse minuciosamente todas las paredes y pliegues, mientras que una novia virgen tiene mucha dificultad para hacerlo. Por lo tanto, la novia debe hacerse una revisión meticulosa hasta el punto que su dedo alcance (delicadamente), y eso basta. Es obvio que no es suficiente con que se limpie superficialmente.
“Siete días limpios”: Una novia debe hacerse revisiones internas durante los “siete días limpios”, al igual que una mujer casada, es decir, una revisión en la mañana y otra antes del anochecer. Si por causa de fuerza mayor o por olvido sólo se pudo revisar dos o tres días de los siete limpios, pero definitivamente se revisó el primero y el séptimo, cumplió con su obligación. Si por alguna razón ella no se revisó en el primero o el séptimo día, debe consultarlo con una autoridad rabínica para saber qué hacer. Estas revisiones diarias son más rigurosas que las de una mujer casada, ya que la novia debe asegurarse de que no le sale dam jimud después de haberse hecho la revisión del hefsék tahará. Si ella termina de contar “siete días limpios” antes del día que va a sumergirse en la mikve, debe continuar vistiendo ropa interior blanca y haciéndose revisiones internas todos los días, hasta que se sumerja en la mikve.
Inmersión: Hay que procurar que la novia se sumerja en la mikve lo más cerca posible a su primera relación marital, para evitar la sospecha de que le salga dam jimud. Si la primera relación de la pareja no va a ser en la misma noche de la inmersión de la novia, por ejemplo, si ella se sumerge en la noche previa a la boda, debe seguir vistiendo ropa blanca y haciéndose revisiones mañana y tarde, hasta que tengan su primera relación. Esto aplica aunque sólo haya uno o dos días entre la inmersión de la novia y la noche de bodas. A pesar de que hay opiniones que sostienen que hasta que no pasen cuatro días luego de la inmersión de la novia en la mikve no hace falta que se revise, la costumbre es seguir la primera opinión. Si ocurrió (bediavad) que ella no se revisó entre la inmersión y la primera vez que tuvieron relaciones maritales, ella está permitida para su esposo.
Si después de que la novia comenzó a contar “los siete días limpios” se cancela la boda por alguna razón, y después de un tiempo la vuelven a programar, la mujer debe contar de nuevo “siete días limpios” como cualquier otra novia, y lo que contó antes no forma parte de la cuenta, aunque no haya sangrado desde la cancelación hasta la reprogramación de la boda. ¿Por qué tanto? Ya que al volver a fijar la fecha de la boda la novia se emociona, existe de nuevo la sospecha de que le salga dam jimud.
Si la fecha de la boda es aplazada y en ese mismo momento la vuelven a programar, la novia no tiene que contar “siete días limpios” otra vez, porque no hay un “nuevo deseo” en ese momento. Sin embargo, ella debe revisarse desde que se sumerge en la mikve hasta que tiene su primera relación. Todo esto aplica siempre y cuando en ese lapso de tiempo ella no haya menstruado.