Pregunta:
La primera noche dije las 2 brajot para el encendido, luego encendí e inmediatamente después dije la braja de shehejeianu. ¿Tengo que decir shehejeianu nuevamente o no?
Respuesta:
La primera noche se debe encender una vela, y antes de hacerlo se deben recitar tres bendiciones: “Baruj Atá Hashem, Elokenu, Mélej haolam, asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner Janucá” (Bendito eres Tú, Hashem, nuestro Dios, Rey del mundo, que nos ha santificado con sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Janucá); “Baruj Atá Hashem, Elokenu, Mélej haolam, sheasá nisim laavotenu, baiamim hahem bazman hazé” (Bendito eres Tú, Hashem, nuestro Dios, Rey del mundo, que le hizo milagros a nuestros ancestros, en aquellos días, en esta fecha); y “Baruj Atá Hashem, Elokenu, Mélej haolam, shehejeianu vekiemanu vehiguianu lazman hazé (Bendito eres Tú, Hashem, nuestro Dios, Rey del mundo, que nos ha dado la vida, nos ha mantenido vivos, y nos ha hecho llegar a este momento). Las velas se deben encender después de recitar estas bendiciones.
De la segunda noche en adelante se deben decir solamente dos bendiciones: “lehadlik” y “sheasá nisim”. Si una persona no bendijo shehejeyanu la primera noche, debe hacerlo en la segunda noche o en cualquier otra noche que se acuerde (677:1). Si alguien se acuerda de que no dijo “shehejeyanu” y está dentro de la media hora de haber encendido las velas, puede bendecir cuando se acuerde.
Si alguien se olvida de bendecir antes de encender las velas, si no ha terminado de encenderlas todas, puede bendecir y encender las restantes (Ben Ish Jai, Vayeshev 10; Aruj Hashulján y véase el Prí jadash, al final del capítulo 672).
Si alguien se olvida bendecir, y sólo se acuerda después de haber encendido todas las velas, no debe bendecir “lehadlik”, a pesar de que todavía no haya encendido el shamash (Ben Ish Jai, Vayeshev 10). Pero sí debe bendecir “Sheasá nisim laavotenu”, y la primera noche también debe bendecir “shehejeyanu”; se puede bendecir mientras las velas continúen encendidas (hay quienes opinan que sólo se pueden recitar las bendiciones hasta media hora después del encendido. Ben Ish Jai, Ibíd., inciso 10, y así también lo dictaminó Rabí Akiva Eiguer en el Shut Rabí akiva Eiguer tenina 13, a pesar de que uno no conoció los textos del otro. Asimismo lo dictaminó la Mishná Berurá en el inciso 4).
En caso de que sea la esposa la que enciende las velas en la primera noche de Janucá, si tuvo la intención de que su esposo cumpliera también con su obligación por medio de ese encendido, y si bendijo “shehejeyanu”, cuando él encienda las velas en la segunda noche no puede bendecir “shehejeyanu”, a pesar de que él mismo no haya dicho esta bendición por las velas ese año (véase Mishná Berurá 677:7).
Una persona que en la primera noche de Janucá se encuentra en un lugar donde está completamente exento de encender las velas, por ejemplo, en un avión, puede bendecir “shehejeyanu” en la segunda noche, a pesar de que su esposa las haya encendido y haya dicho las bendiciones correspondientes en la primera noche (Ajaronim).
El precepto de las velas de Janucá es para el “hombre y su casa”, es decir, el hombre y su esposa. Por lo tanto, la mujer no enciende una vela por sí misma, sino que cumple con su obligación a través del encendido que hace su esposo. Por lo tanto, es bueno que la esposa y los hijos se ubiquen junto al esposo en el momento de las bendiciones y del encendido de todas las velas (Ben Ish Jai, Vayeshev 1).
Después de bendecir por el encendido, no se debe hablar hasta terminar de encender todas las velas, y si quien bendice dice algo que no está relacionado con el encendido antes de encender la primera vela, debe decir “Baruj shem kevod maljutó leolam vaed” (frase que se debe decir luego de recitar una bendición en vano), y debe bendecir de nuevo.
Si alguien habla después de encender una vela o más, debe dejar de hablar y continuar el encendido del resto de las velas, y no hace falta volver a bendecir.
Si alguien bendijo e interrumpió el encendido hablando asuntos relacionados con el encendido de las velas, como por ejemplo, si se da cuenta que se derramó el aceite o que no colocaron el número correcto de velas para esa noche, aunque haya interrumpido antes de encender la primera vela, no tiene que volver a bendecir. Sin embargo, lejatejila, la persona debe tener cuidado de no hablar, y, más bien, debe esperar hasta que llenen las velas de aceite, o hasta que le lleven todas las velas y las encienda (Ben Ish Jai 10; Shulján Aruj 167:6 y los Ajaronim, ídem.). |