Pregunta:
¿Hay una obligación de ir a la mikve antes de Shavuot? ¿Qué pasa si no puedo porque están cerradas las mikves por motivos de salud?
Respuesta:
“La persona está obligada a purificarse en la festividad” (T.B., Rosh Hashaná 16b). Por medio de la inmersión en la mikve antes de la festividad, cada uno se purifica. Esto debe hacerse principalmente antes de Shavuot, ya que en esta fiesta se purificaron todos los judíos: hombres y mujeres, por orden de Hashem.
En la víspera de Shavuot, hay que sumergirse ocho veces en la mikve: La primera, para quitarse la impureza; la segunda, para corregir el enojo; la tercera, para corregir lo que se dañó del nombre “ain bet”; la cuarta, para corregir lo que se dañó del nombre “samej guímel”; la quinta, para corregir lo que se dañó del nombre “mem hé”; la sexta, para corregir lo que se dañó del nombre “bet nun”; la séptima, para retirarse las vestimentas del diario; la octava, para recibir la santidad de la festividad (Kaf Hajaím 468:101). Si alguien no recuerda exactamente en qué debe concentrarse durante cada inmersión, puede sumergirse ocho veces y concentrarse en su inmersión según lo que está escrito en el Kaf Hajaím, en los libros de rezo o en este libro.
Un anciano o un enfermo que no pueden sumergirse en una mikve, deben verterse encima la cantidad de nueve kabim de agua sin interrupción, que son como trece litros y medio. Hay que verterlos de un solo recipiente, o máximo de tres. Si alguien utiliza dos o tres recipientes, otra persona debe vertérselos sin hacer ninguna interrupción entre un recipiente y otro. Si alguien utiliza un solo recipiente, puede vertérselo él mismo o puede recibir ayuda de otra persona. Hay quienes opinan que no hace falta un recipiente, sino que basta con colocarse debajo de la ducha y que le caigan como trece litros y medio de agua encima, y eso basta para purificarlo (Ben Ish Jai Nitzavim 3; véase Mishná Berurá 581:26; Kaf Hajaím 581:85; véase Kaf Hajaím 88:5, 6).
Para evitar un tropiezo, debemos aclarar que lo anterior sólo funciona para la purificación de un hombre en la víspera de las festividades, pero para que una mujer se purifique para su marido, no funciona hasta que se sumerja en una mikve, como dice el Rambam (halajot de isuré biá 11:16): “La mujer no sale de su estado de impureza y no deja de considerase prohibida para su marido hasta después de que se sumerja en una mikve ksherá (que cumple los requisitos). Pero si se baña en una casa de baño, aunque le viertan encima toda el agua del mundo, sigue considerándose como antes del baño, y merece la pena de Karet si cohabita con su marido. No hay nada que saque a la mujer de su estado de impureza más que sumergirse en agua de mikve, de un manantial o algo como un manantial, como fue aclarado en las leyes de las mikvaot”.
Alguien que no puede verterse agua como fue indicado en el inciso anterior, debe lavarse las manos cuarenta veces en la siguiente orden: primero debe verterse agua sobre la mano derecha y concentrarse en la primera letra del nombre “ain bet”. A continuación, debe verterse agua en la mano izquierda, y debe concentrarse en la misma primera letra del nombre “ain bet”; debe verterse agua por segunda vez en la mano derecha, y debe concentrarse en la segunda letra del nombre “ain bet”; vierte agua sobre la izquierda de nuevo, concentrándose en la segunda letra del nombre “ain bet”, y así sucesivamente, diez veces. Luego debe verterse agua diez veces sobre la mano derecha, concentrándose cada vez en otra de las diez letras del nombre “ain bet”; debe verterse diez veces en la mano izquierda, concentrándose cada vez en otra de las diez letras del nombre “ain bet”, en su respectivo orden. De esta manera, al final se habrá vertido agua cuarenta veces. Las letras del nombre “ain bet” son: Yod (valor numérico de 20); Hé (valor numérico de 15); Vav (valor numérico de 22); Hé (valor numérico de 15). El total de esta suma es 72, que equivale a “ain bet” (Ben Ish Jai, ibíd.).
Después del lavado de manos, hay que recitar diez veces el versículo “lev tahor berá lí Elokim, verúaj najón jadesh bekirbí”. Cuando se dice “lev tahor berá”, hay que concentrarse en que la primera letra de cada palabra forma la palabra “tabal” (se sumergió), y la última letra de cada palabra forman la palabra “ever” (órgano). Esto insinúa que con el lavado de un solo órgano del cuerpo se purifica todo el cuerpo (véase en Rav Paalim, Sod Yesharim, un rezo especial para esto que también aparece en el libro de rezos para la festividad, de Kol Yaakov). |