Pregunta:
¿Cómo se fija el lugar donde uno vive con respecto a Yom Tov Sheni? ¿Qué pasa si a la mitad de Yom Tov shení estando en Israel decidí hacer aliya?
Respuesta:
En general, una persona que viaja desde su lugar de residencia a otro lugar y planea regresar, debe cumplir las leyes del segundo día de Yom Tov tal como lo hacen en su lugar de residencia: Si es residente de la Tierra de Israel, debe comportarse de esa manera en la diáspora (no obstante, en público debe comportarse como la gente de la diáspora); si es residente de la diáspora, debe comportarse como tal. Pero si viajó a un lugar y quiere quedarse a vivir allí, se debe comportar como lo hacen en el lugar al cual llegó. A continuación especificaremos unos casos que constituyen una excepción a esta regla.
Si alguien dejó su lugar de origen para establecerse en un nuevo lugar, de inmediato se considera habitante del nuevo lugar, y no hay un tiempo mínimo que debe permanecer allí para considerarse un habitante del mismo. Esta regla aplica aunque después vuelva a su lugar de origen de visita, ya que su residencia ahora se encuentra en el nuevo lugar al que se llegó. Por ejemplo: Si un judío de la diáspora se va a vivir a Israel en el mes de Adar, y tiene planeado quedarse a vivir allí, y ya arregló una vivienda, etc., se considera residente de la Tierra de Israel. Y aunque vaya de visita para pasar Pesaj con sus parientes de la diáspora, sigue considerándose habitante de la Tierra de Israel y no tiene que cumplir dos días de Yom Tov, aunque nunca haya pasado un Yom Tov en Israel.
No hay diferencia en estas leyes si alguien viajó junto con su familia o si viajó solo (con la intención de que su familia lo alcance después). Por ejemplo, si un hombre casado residente de la diáspora se va a vivir a Israel antes de Yom Tov para preparar una vivienda para cuando llegue su familia, y no tiene planeado volver a la diáspora, pero su familia sólo va a llegar después de Yom Tov, él se considera un habitante de la Tierra de Israel y no debe cumplir las leyes del segundo día de Yom Tov, y su familia en la diáspora sí debe cuidar las leyes de Yom Tov como en la diáspora, hasta que lleguen a vivir a Israel.
La costumbre de los sefaradím es que un joven soltero que vive en la diáspora y que se encuentra en la Tierra de Israel en Yom Tov, se debe regir como un residente de la Tierra de Israel con respecto a todas las leyes, aunque tenga planeado regresar a la diáspora. De acuerdo con la costumbre ashkenazí, depende de si el joven tiene planeado regresar a la diáspora (en cuyo caso se considera como residente de la diáspora) o si tiene en mente establecerse en la Tierra de Israel (en cuyo caso se considera residente de Israel). Si no está seguro de lo que quiere hacer, se debe comportar como un residente de la diáspora. No hay diferencia en estas leyes con relación a si el joven recibe apoyo económico de sus padres que viven en la diáspora o no.
Bienaventurados son aquellos residentes de la diáspora que viajan a Israel para pasar las tres festividades. Si tienen una casa propia en Israel, se consideran como habitantes de la Tierra de Israel y no tienen que cumplir las leyes del segundo día de Yom Tov; pero si no la tienen, se consideran como residentes de la diáspora y deben cuidar los dos días de Yom Tov.
Un residente de Israel que se encuentra en la diáspora y tiene planeado regresar a Israel, se considera como habitante de la Tierra de Israel, aunque su estadía en la diáspora sea por varios años, y aunque no sepa cuantos años va a quedarse allí. Esta ley se le aplica a los shlijim (emisarios), embajadores o a las personas que se encuentran en la diáspora para recibir tratamientos médicos prolongados, que Hashem nos libre.
Un residente de la diáspora que se encuentra en la Tierra de Israel y en el transcurso del segundo día de Yom Tov toma la decisión de quedarse a vivir en Israel y no regresar a la diáspora, su decisión no sirve para ese mismo Yom Tov y debe terminar de celebrarlo, y cuando finalice ese Yom Tov se considera como un residente de la Tierra de Israel. |