Pregunta:
¿La mujer se vuelve nidá por cualquier sangre qué le sale? ¿Cuáles son los tipos de sangre que la mujer puede llegar a ver, y qué leyes le aplican a cada una?
Sangre:
La ley de la Torá determina que la mujer queda en estado de nidá por “sangre” cuando se cumplen dos condiciones: la sangre que sale proviene de la matriz y esa sangre va acompañada por una “sensación”.
Ketem: Los Sabios establecen que cuando la mujer no tuvo la sensación de que le salió sangre, queda en estado de nidá por “ketem”. Esto está sujeto a varias condiciones que serán especificadas más adelante, en el segundo capítulo.
Se considera ketem aunque la mujer tenga la certeza de que la sangre proviene de la matriz, siempre y cuando ella no haya sentido nada cuando salió .
Hay que diferenciar entre dos tipos de sensaciones básicas:
Una es la sensación que perciben las mujeres el día de su menstruación o días antes, como por ejemplo: bostezos, náuseas, dolor abdominal y otros síntomas similares. Este tipo de sensaciones tiene implicación en el hecho de “fijar un veset (periodo de menstruación)”, y van a ser tratadas más adelante, en el capítulo de los “periodos de menstruación”, pero no están relacionadas con el asunto de la sangre y el ketem.
Y la otra sensación es la que perciben las mujeres cuando menstrúan. Es difícil definir esta sensación, pues cada mujer sabe apreciar lo que siente cuando le sale sangre. Una mujer que aún no lo sabe, cada vez que sienta algo similar a una sensación que le provoque quedar impura, debe hacerse una revisión, hasta que sepa identificar esa sensación. Y es importante que ella la conozca para que pueda distinguir si lo que ve se considera “ketem” o “sangre” .
En la halajá aparecen tres definiciones con respecto a esta segunda sensación que puede percibir la mujer:
Siente que se le abre la fuente (la matriz).
Siente que se le estremece el cuerpo (como escalofríos).
Siente que le escurre un líquido.
Con respecto a la última definición, hay muchas opiniones que sostienen que no se encuentra entre las sensaciones que provocan que la mujer quede nidá según la ley de la Torá , y, por tanto, en un caso en el que la mujer sólo experimente dicha sensación, debe consultar a una autoridad rabínica .
Si en una revisión interna ve sangre sin haber percibido una sensación
Dijeron nuestros Sabios: “Se puede estar seguro de que la sangre que se encuentra dentro del cuerpo de la mujer salió de la matriz causándole una sensación”. Por esta razón, si una mujer se hace una revisión interna y encuentra sangre, ha de suponer que tuvo una sensación a la hora de revisarse, pero la sensación de la revisión interna opacó la del sangrado, y, por tanto, ella queda prohibida para su esposo, según la ley de la Torá. Esto sólo aplica cuando la mujer se revisa con una prenda que fue inspeccionada antes, para cerciorarse de que no tenga ninguna mancha (conocida como “ed baduk” en el lenguaje de nuestros Sabios); pero si lo hace con una prenda sucia, o si hay duda de si estaba sucia antes de usarla para revisarse, no queda prohibida, según la ley de la Torá, y en algunas circunstancias queda permitida para su esposo, incluso según la ley de los Sabios (las leyes referentes a las prendas sucias van a ser aclaradas en el segundo capítulo).
Como fue mencionado antes, esto sólo aplica cuando la mujer se hace una revisión interna (se introduce una tela en la vagina y revisa cuidadosamente las paredes y los pliegues), lo cual puede provocar que se opaque la sensación del sangrado. Pero si llega a encontrar sangre a la hora de limpiarse de manera externa y superficial , no existe tal sospecha.
De la misma forma, este razonamiento aplica en cualquier otra situación en la que exista la sospecha de que se haya opacado la sensación del sangrado, como por ejemplo, si la mujer encuentra sangre después de haber tenido una relación íntima o algo similar , casos en los que será considerada como “sangre” y no como “ketem”. |