Pregunta: ¿La sucá precisa de mezuzá? ¿Qué significa que la sucá es muktze y que implicancias tiene? ¿Se puede hacer paredes de tela?
Una Sucá se considera una vivienda temporaria y está exenta de la obligación mezuzá (T.B Tratado de Sucá pág. 5a). No obstante, una terraza que se utiliza todo el año, requiere de una mezuzá, y también cuando se construye allí la Sucá, no se exenta dicha obligación, y, por lo tanto, no hace falta quitar la mezuzá y colocarla de nuevo después de la festividad. No obstante, si se trata de una terraza techada a la que se le quita el techo para poder construir la Sucá, es mejor retirar la mezuzá y colocarla de nuevo cuando se regrese el techo, pero no hace falta bendecir por la ella (Ajaronim).
Está prohibido tener provecho de las paredes o de las maderas del sejaj hasta después de la festividad, ya que fueron apartadas para la mitzvá. Incluso tomar un palillo de ellas como escarbadientes está prohibido. Esto aplica incluso cuando se caen las paredes, y no sirve ninguna condición previa para tener provecho de las paredes (con excepción de la cuarta pared en algunas circunstancias específicas).
La persona puede condicionar con respecto a los adornos de la Sucá, que pueda utilizarlos cuando lo desee (Shulján Aruj 638:1,2). Antes de que comience la festividad, debe decir “no me separo de ellos todo el periodo de ben hashemashot de la víspera de Yom Tov” (es decir, no los separo con el pensamiento para la mitzvá y así podré utilizarlos; véase más detalles en el capítulo 48 incisos 16 y 17).
Una Sucá que se cayó o que se invalidó, se puede arreglar o construir de nuevo en Jol Hamoed. Lo mismo aplica con respecto a alguien que no alcanzó a construir una Sucá o que fue negligente y no la construyó intencionalmente, puede construirla en Jol Hamoed (Shulján Aruj 637:1).
Al desarmar la Sucá después de la festividad, no se debe pisar las maderas ni darles un uso despreciable, ya que lo que se utiliza para el cumplimiento de una mitzvá, es comparable a los tzitzit. Hay quienes acostumbran utilizar las maderas de la sucá para hornear matzót o para hacer la hagalá en la víspera de Pesaj (Ben Ish Jai, Vezot Haberajá 11). Hoy en día los que quieren desechar sus maderas las colocan al lado de la calle, cerca de donde las recogen los hombres de la basura, pero no las colocan dentro del basurero.
¿Cuál es el orden de importancia? Alguien que no tiene dinero para el cumplimiento de todas las mitzvot, el tefilín precede a la mezuzá, y ambos preceden a la Sucá. La Sucá precede al lulav, a menos que se pueda cumplir la mitzvá de la Sucá con la del compañero.
Hay que hacer las paredes enteras y fuertes para que no se muevan con el viento. Hay que procurar hacerlas de madera y no de tela o algo similar, para que la Sucá sea apta para habitar en ella (Shulján Aruj 630:10).
Si alguien hace las paredes de tela, debe tensarlas y atarlas muy bien. Si no están bien tensadas y el viento las mueve, la Sucá no se considera apta para ser habitada y es inválida para el cumplimiento de la mitzvá. Por lo tanto, se deben colocar tablas de madera a lo ancho de la Sucá desde el suelo hasta la altura de diez tefajim (80cm) y no debe haber entre cada tabla más de 3 tefajim de espacio (24cm). Alguien que no tiene suficientes tablas para hacer las paredes, es mejor que haga 3 paredes entras a que haga 4 incompletas (Shulján Aruj ibíd. inciso 10; Ramá 5). Bediavad, todo el tiempo que no haya sospecha de que las paredes se vayan a caer por causa del viento, la Sucá es válida (Shulján Aruj 632:2).