Pregunat:¿Está permitido rezar en la casa enfrente de mi esposa si ella no está recatada? ¿Recitar el shemá? ¿Y ella puede rezar así?
Respuesta:El Zohar, en la Idra Rabá, dice: “La voz de una mujer se considera desnudez. El cabello de una mujer se considera desnudez. El tobillo de una mujer se considera desnudez. La pierna de una mujer se considera desnudez. El brazo de una mujer se considera desnudez”. Según el Zohar, está permitido rezar en presencia de una mujer que tiene descubiertos los miembros del cuerpo que normalmente están descubiertos (suponiendo que no se trate de una exposición indecente), como la palma de la mano, los dedos, la cara, etc. Esto es cierto aunque estén descubiertos más de un tefaj, y aunque se trate de una mujer que no sea su esposa , pues cuando los hombres los ven, no los lleva a tener pensamientos inmorales, porque estos miembros siempre están descubiertos; y también es cierto cuando un hombre los ve sólo de paso; pero mirarlos intencionalmente, está prohibido. Nuestros Sabios dijeron al respecto : “Todo el que observa el dedo meñique de una mujer, es como si le observara su lugar íntimo”. Aunque él observe menos de un tefaj, transgrede la prohibición de “No os desviaréis tras vuestros corazones y vuestros ojos” , y con mayor razón tiene prohibido recitar el Shemá frente a ellos, pues, de llegar a hacerlo, su castigo será grande, como dijeron nuestros sabios al respecto : “Aunque haya adquirido Torá y buenas acciones, no será absuelto del castigo del Guehinám” .
La “desnudez” de una mujer se refiere a las extremidades que normalmente están cubiertas y que en ese momento están descubiertas y expuestas un tefaj (aproximadamente 8 centímetros). Esta prohibición se aplica con respecto a todas las mujeres por igual, incluso con la propia esposa. Está prohibido decir delante de tal desnudez cualquier palabra sagrada (por ejemplo, Torá, rezos, bendiciones) .
Algunas autoridades sostienen que un tefaj sólo se aplica con relación a la propia esposa, pero con respecto a otra mujer incluso menos de un tefaj se considera “desnudez”, y es correcto tomar esta opinión en cuenta .
A una mujer se le permite decir palabras sagradas frente al tefaj expuesto de otra mujer, aunque sea una extremidad que generalmente esté cubierta. La razón de esto es que los hombres tienen pensamientos pecaminosos por causa de lo que ven, pero las mujeres no .
A un hombre le está prohibido decir palabras sagradas frente a su esposa cuando está amamantando, y con más razón, frente a otra mujer que esté amamantando. Algunas autoridades son permisivas cuando se trata de su propia esposa, si ella no se cuida de que él la vea cuando está amamantando, ya que en tales circunstancias esos órganos se vuelven como las manos y los pies, que por lo general están descubiertos. Otras autoridades opinan que, dado que ella se cuida de no exponerlos cuando no está amamantando, se consideran generalmente cubiertos, y está prohibido decir palabras sagradas frente a ella cuando amamanta. Por lo tanto, lejatejilá él no debe decir palabras sagradas frente a su esposa, pero bediavad, si las dijo frente a ella (por ejemplo, una bendición), no es necesario repetir (la bendición) .
Si un hombre recitó el Shemá frente al tefaj expuesto de una mujer y lo miró intencionalmente, algunas autoridades opinan que debe recitar el Shemá de nuevo, y otras opinan que no es necesario. Sin embargo, si lo vio sin querer, bediavad cumplió con su obligación, ya que no tuvo pensamientos pecaminosos .
Es bueno ser estricto y no decir palabras sagradas frente a la imagen de una mujer que tiene un tefaj expuesto. Esta rigurosidad se aplica aunque se trate de una mujer desconocida .
En un lugar donde las mujeres no suelen usar anillos con piedras preciosas, los hombres tienen prohibido mirarle las manos a una mujer que trae puestos anillos, brazaletes, etc., aunque sólo quieran mirarle las joyas, porque como no es lo común en ese lugar, pueden llegar a tener pensamientos pecaminosos .
Un hombre tiene prohibido mirar la ropa de color de una mujer que conoce , aunque ella no la traiga puesta . Algunas autoridades opinan que esto igualmente aplica con respecto a las joyas, y es correcto tomar en cuenta esta opinión .
Existe una diferencia de opiniones en cuanto a la edad de la mujer en la que un tefaj expuesto se considera “desnudez”. Hay quienes sostienen que desde los tres años ; otros afirman que desde los seis ; y otros opinan que no depende de la edad sino de la naturaleza de las personas: siempre que los hombres no les presten atención porque son pequeñas , se considera que están por debajo de la edad de esta prohibición. Por lo tanto, de acuerdo con la última opinión, un padre puede decir palabras sagradas frente a su hija hasta que tenga once años . La halajá dictamina que es apropiado ser riguroso respecto a un tefaj expuesto desde que la niña tiene seis años . Todo lo anterior se refiere a la prohibición de decir palabras sagradas frente a ella, pero con relación a educar a las niñas a vestirse con recato, es apropiado comenzar incluso a una edad más temprana .
Está permitido rezar en la casa enfrente de mi esposa
Leave a Reply