Pregunta: ¿Qué debo tener en cuenta al comprar un lulav mehudar?
Respuesta:
Tamaño del lulav: El lulav debe tener 4 tefajím de “columna”, (tefaj – 8cm). Del comienzo de la columna al extremo de la misma debe haber por lo menos 32cm, además de las hojas superiores. En caso de fuerza mayor, que no haya otros lulavim o que los precios están muy elevados, se puede utilizar un lulav que tenga una columna de por lo menos 27cm de largo. (Shulján Aruj 652:1).
Si una persona tiene hadasim o aravot largas, debe comprar un lulav grande, que su columna sea un téfaj más larga que los hadasim y que las aravot; sino, debe cortar la parte inferior de los hadasim y las aravot.
La columna del lulav: La columna del lulav debe ser recta, que no se incline hacia la izquierda ni a la derecha, como una oz; tampoco debe inclinarse hacia adelante, como una joroba. En caso de que no haya otro lulav, se puede utilizar un lulav que se incline hacia atrás. (Shulján Aruj 645:8, 9 y Nekudot Hakesef).
Si la cabeza del lulav está encorvada, incluso hacia atrás, este es inválido para el cumplimiento de la mitzvá. Sin embargo, si tan solo está un poco encorvada, y sólo se nota al observarlo cuidadosamente, bediavad se considera válido.
Está permitido enderezar un lulav torcido amarrándolo a una tabla recta antes de la festividad, ya que lo que invalida el lulav es el hecho de que no sea “bello” (mehudar), pero no es un problema en sí; por lo tanto, después de enderezarlo ya se considera “bello”.
Lulav canari: Hay quienes prohíben utilizar esta especie de lulavim, y hay quienes permiten; en caso de que no haya otros lulavim se pueden validar.
Lulav seco: Si la mayoría de sus hojas se emblanquecieron, se considera inválido para el cumplimiento de la mitzvá. (Shulján Aruj ibíd:5; Kaf Hajaim ibid:35).
La cabeza del lulav: Si a un lulav se le corta la cabeza, queda inválido para el cumplimiento de la mitzvá. (Shulján Aruj ibíd.:6). Hay opiniones que dicen que “la cabeza” del lulav es la hoja del medio (Ramá ibíd.). En algunas ocasiones el lulav tiene en la cabeza como unos hilos delgados, los cuales tienden a desconectarse del lulav, y eso se considera como si se le cortara la cabeza. Por lo tanto, las personas deben procurar no comprar ese tipo de lulavim. Si alguien compra ese tipo de lulav, debe tener cuidado de que no se vayan a arrancar los extremos de las hojas superiores.
Hay lulavim que tienen los extremos superiores de las hojas curvados y cerrados como la letra “ף” en hebreo. El Rosh (Rabenu Asher z”l), procuraba comprar esos lulavim, que seguro estaban cerrados. Hay quienes prefieren no comprar esos lulavim; en la práctica, si sólo las hojas superiores están dobladas en los extremos, y no más de la cuenta, es bueno comprarlos. Pero si las hojas superiores están muy dobladas en los extremos, hay que tomar en cuenta las opiniones estrictas y es mejor no comprarlos. (Kaf Hajaim ibíd. 61).
Hay quienes procuran comprar lulavim que tienen en la parte superior “korá”, es decir, aquella cascara café que cubre la parte superior del lulav. Cuando la persona compra un lulav como este, no debe abrirlo para revisar si su cabeza está abierta, ya que en la forma en la que está se considera más “bello” (mehudar). (Kaf Hajaím 645:24; véase el “Kapot Temarim”).
En principio, si la hoja superior de en medio del lulav está completamente abierta por la parte de atrás, y sólo aparenta estar cerrada, el lulav es válido para el cumplimiento de la mitzvá. (Shulján Aruj ibid.3). Hay quienes son más estrictos cuando está completamente abierta, pero cuando sólo la mayor parte está abierta, opinan que sí es válido. (Ramá ibid.). Hay quienes opinan que es válido cuando la mayor parte de la hoja está cerrada. (Biur hagrá ibíd.), y hay quienes opinan que es válido si se abre menos de un tefaj (Taz ibíd:4). No obstante, en principio, para cumplir la mitzvá de la mejor manera, se acostumbra comprar un lulav que no tenga abierta la hoja superior del todo, ya que hay opiniones que lo invalidan incluso cuando se abre un poco. (Ramá ibíd.). Por lo tanto, lejatejilá, la persona debe procurar comprar un lulav cerrado completamente, pero si el precio es un tercio mayor que el de un lulav abierto, se puede comprar un lulav el cual su hoja de en medio esté un poco abierta, como fue dicho antes. (Shulján Aruj 656:1). De cualquier manera, hay que procurar comprar el lulav más cerrado posible.
Hay que advertir seriamente a las personas que se creen “devotas” y revisan los lulavim para cerciorarse de que estén cerrados en la hoja superior, y al revisarlos abren las hojas de los lulavim de los vendedores y de esta manera dañan la mercancía y eso se considera robarles. Estas personas pierden más de lo que ganan actuando de esa manera, ya que utilizar un lulav completamente cerrado no es una exigencia, sino cumplir la mitzvá de la mejor manera posible, pero robar es una prohibición de la Torá. Por lo tanto, toda persona debe tener mucho cuidado a la hora de revisar los lulavim de los vendedores de no llegar a dañar los otros lulavim (Ajaroním). Y si alguien llega a dañar, está obligado a pagar.
Hay que tener cuidado de que la hoja superior no sea como un “hemnik”, es decir, que no esté abierto como la letra “ץ” en hebreo. Si está abierto de manera que es notorio a simple vista, el lulav es inválido para el cumplimiento de la mitzvá. (T.B Sucá 32a; véase Bet Yosef 645:7).
Las hojas del lulav no pueden estar ni abiertas ni cuarteadas. (Shulján Aruj ibíd. 1-3).
Está permitido devolver el lulav y las otras especies al agua en Yom Tov y aumentarles agua, pero no se les debe cambiar el agua. En Jol Hamoed hay una mitzvá de cambiar el agua para que las especies se mantengan húmedas y bellas. (Shulján Aruj 654). Hoy en día hay estuches especiales que evitan que se sequen el lulav y las otras especies, y se pueden utilizar, y de esa manera no hay necesidad de ponerlos en agua. (Véase Kaf Hajaim ibíd:3).
Sucot cuatro especies
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