Pregunta:
¿Mujeres y niños deben contar el Omer? ¿Qué es obligatorio decir antes y después de la cuenta? Veo que en cada lugar cada quien hace otra cosa?
Respuesta:
Las mujeres están exentas de la cuenta del Ómer, y de acuerdo con la cabalá, no deben contar del todo. De todas maneras, deben cuidarse de no cortarse el pelo, tal como hacen los hombres (véase Kaf Hajaím 489:9; Shaar Hakavanot 85:3; Shut Rav Paalim 1, Oraj Jaim, Sod Yesharim, cap. 12; Mishná Berurá, inciso 3). Hay una mitzvá de educar a los niños pequeños a contar el Ómer, y deben hacerlo la bendición respectiva. Si un día se olvidan, pueden continuar contando pero sin bendición (Ajaronim).
Un niño que se hizo mayor de edad y festejó su Bar mitzvá en los días del Ómer, si antes de ese día contó todos los días, puede seguir contando con bendición después de su Bar mitzvá (véase Kaf Hajaím 489:94).
Se acostumbra decir antes de contar el Ómer “Leshem ijud”, y el último día de la cuenta se debe tener cuidado de no decir el versículo: “Contaréis para vosotros… siete semanas; éstas serán completas”; no obstante, si alguien lo dice, puede decir la cuenta correspondiente con bendición, sin problema.
Es una mitzvá que cada quien cuente el Ómer por sí mismo, tal como está escrito en el versículo “Contaréis para vosotros…”; sin embargo, si alguien tiene la intención de cumplir con su obligación escuchando la bendición y la cuenta de alguien más, y ese alguien tiene la intención de sacarlo de su obligación, cumple con su obligación de esa manera (véase Shulján Aruj 489:3).
No se bendice “shehejeyanu” por la mitzvá de la cuenta del Ómer (Kaf Hajaím 489:3).
Se debe bendecir y contar el Ómer de pie, y si alguien lo hace sentado, bediavad cumple con su obligación. Un anciano o una persona enferma, en principio pueden contar sentados (Kaf Hajaím 489:15 – 16).
Lo ideal es que, antes de recitar la bendición, la persona sepa por qué está bendiciendo, es decir, debe saber cuántos días va a contar. Sin embargo, si dijo la bendición pensando en contar lo mismo que cuente su compañero, bediavad cumple con su obligación (véase Hagadat Oraj Jaim, pág. 210, inciso 13).
Es costumbre que el dirigente del rezo bendiga y cuente primero, y luego lo haga la congregación. Estos últimos deben tener en mente que no desean cumplir con su obligación por medio de la bendición del dirigente del rezo (véase Kaf Hajaím, ibíd., inciso 14).
Hay comunidades donde la costumbre es que el dirigente del rezo bendiga y cuente el Ómer después de la congregación, para que no tengan duda de que cumplieron con su obligación (Kaf Hajaím, ibíd.).
Alguien que no puede bendecir porque se olvidó de contar un día del Ómer, debe tener la intención de cumplir escuchando la bendición del dirigente del rezo. Es bueno que el dirigente del rezo tenga en mente incluir en su bendición específicamente a aquellas personas que no pueden bendecir por ellas mismas.
Después de la cuenta
Es bueno concentrarse cada noche, después de la cuenta del Ómer, en una de las palabras del salmo “Lamenatzéaj binginot… Elokim yejanenu”; asimismo, hay que concentrarse en una de las letras del versículo “ismejú veiranenú”, en una de las letras de la plegaria de “Ana bejóaj”, y en la sefirá de esa noche. De acuerdo con esto, en la primera noche hay que concentrarse en la letra “yud” de la palabra “ismejú”; en la letra “alef” de “Ana bejóaj”; en la palabra Elokim del salmo, y en la sefirá de “jésed shebejésed”. La segunda noche hay que concentrarse en la letra “sin” de la palabra “ismejú”; en la letra “bet” de “Ana bejóaj”; en la palabra “yejanenú” del salmo, y en la sefirá de “guevurá shebejésed” (Hagadat Oraj Jaim, pág. 207, inciso 6; Kaf Hajaím 489:8).
Después de la cuenta del Ómer se dice “Harajamán Hú iajzir, etc.” Luego se dice todo el “Ana bejóaj” y el salmo de “Lamenatzéaj binginot… Elokim yejanenu” completo; es bueno decirlo en la forma de la menorá, como aparece en los sidurim. (Kaf Hajaím, ibíd.). |