Pregunta:
¿Qué pasa si una mujer se ovida de encender las velas en Shabat?
Respuesta:
Hay una mitzvá rabínica de encender velas en honor al Shabat y está fundamentada en tres motivos: a) Dar honor al Shabat, pues la comida no es importante u honorable si no se lleva a cabo con luz; b) Deleitar al Shabat (oneg Shabat), pues ver lo que uno come forma parte del disfrute de los alimentos; c) Para que haya armonía en el hogar (Shlom Bayt), ya que cuando no se pueden ver los objetos en la casa uno puede tropezarse con ellos, lo cual lleva al enojo y a los pleitos. Es tan importante alumbrar la mesa de Shabat, al punto que nuestros sabios dijeron que si alguien carece de dinero para comprar velas de Shabat, debe pedir tzedaká para ello (Shulján Aruj 263:2).
Si alguien tiene poco dinero, primero debe comprar pan para Shabat, para que no lo pase ayunando, y luego si le sobra algo de dinero debe comprar una vela para iluminar y sólo después, si le sobra más, debe comprar vino para el Kidush. Esto se debe a que en caso de necesidad se puede hacer el Kidush sobre el pan y con las velas se cumple con deleitar al Shabat. Por lo tanto, es preferible encender una vela en honor al Shabat en vez de recitar el Kidush con vino (Tratado de Shabat pág. 23b, Shulján Aruj 263:1 y 2).
Las velas de Shabat encierran una profunda expresión de la esencia de éste día. Una persona que vive sumergida en la oscuridad, no puede encontrar lo que busca, se tropieza y choca con sus propios muebles y percibe su propio hogar como un lugar de caos. A partir del momento en que enciende las velas, llega la armonía al hogar y se da cuenta que todos sus muebles no están sino para servirlo, y que todos sus utensilios están en su sitio y puede deleitar al Shabat con suculentos alimentos. Asimismo, cuando se contempla el mundo con una visión superficial, éste parece lleno de conflictos y guerras, dividido y en discusión con las otras partes sin solución a la vista. Cada grupo cree que eliminando al contrincante alcanzará la paz y de esa manera los pleitos se prolongan sin fin. Sin embargo, una vez que el hombre profundiza en su meditación y contempla la Providencia Divina, la oscuridad se desvanece y se manifiesta la Luz Divina. De esa manera se da cuenta que todos los diferentes aspectos se complementan de modo tal que una mano invisible guía al mundo hacia su corrección, y que de todas las desgracias y sufrimientos surgen redenciones y consuelos.
Las velas de Shabat generan la paz en el hogar mediante la adición de luz e insinúan la corrección del mundo que se llevará a cabo mediante la luz de la Torá y de la fe. Esta es la intención básica del Shabat: sumar luz de Torá y fe en el mundo. Nos parece que esta es la razón por la cual la mayoría de los judíos demuestra tanto cariño por este precepto, pues alude a la intención general del Pueblo Judío de traer la paz mediante la adición de luz.
Desde esta perspectiva se puede entender lo que dijeron nuestros sabios (Tratado de Shabat pag.23b en cuanto a que quien cumple con el precepto de las velas de Shabat con excelencia tendrá el mérito de engendrar hijos eruditos de la Torá, ya que al esmerarse en la luz del Shabat recibirá un hijo que agregará luz al mundo mediante el estudio de la Torá. Por lo tanto, muchas mujeres acostumbran a rezar luego del encendido de las velas para que sus hijos crezcan y se conviertan en eruditos de la Torá.
Dijeron nuestros sabios que el honor del Shabat es el encendido de las velas. Si cuidáis las velas de Shabat Yo os haré divisar las velas de Tzión… y no precisarán de la luz del sol sino que Yo Mismo los iluminaré… y las naciones irán tras vuestra luz… ¿y todo esto en mérito de qué? En mérito de las velas que encendéis en Shabat (Yalkut Shimoní Behaalotejá).
Por tanto si una mujer se olvida de encender las velas en Shabat, si pasaron Shabat a oscuras recibe una multa y debe a partir de ese Shabat encender una vela más cada Shabat. No obstante, si había luz eléctrica hay opiniones que la eximen de la multa, pero de todas maneras es mejor cumplirlo para evitar que vuelva a ocurrir. |