Pregunta: ¿Es obligatorio decir el Halel en januká? ¿Las mujeres también? ¿Qué pasa si no puedo ir a la sinagoga?
La importancia del Halel: Se debe tener cuidado de recitar el Halel de Janucá con concentración y alegría, pues, incluso en la fiesta de las matzót no se dice el Halel completo, pero en los ocho días Janucá sí se dice completo; por lo tanto, se debe decir con concentración y mucha alegría (ibíd., 28).
Una persona que tiene que rezar sola también debe bendecir al principio y al final del Halel, en los días en que se dice completo (véase Ramá 422:2; Mishná Berurá, ibíd., inciso 17; las costumbres de la Tierra de Israel del Rav Tikuchinski).
Interrupción en el Halel: Cuando se bendice por el Halel no se deben hacer interrupciones, salvo por las mismas cosas que está permitido interrumpir la lectura del Shemá (véase cap. 1, inciso 27 de este libro); pero cuando no se bendice por el Halel, incluso a la mitad de su lectura se puede interrumpir para saludar a una persona a la que se le debe tratar con honor, y se le puede devolver el saludo a cualquier persona; por tal razón, el que reza en el Kotel, por ejemplo, puede interrumpir el Halel para responder las 5 veces que se dice amén en el kadish, y las 28 palabras del amén yehé shmé rabá; para barejú et Hashem hameboraj; para las tres primeras palabras de modim anajnu laj; y, durante la kedushá, para decir los primeros dos enunciados en voz alta, y el tercero en voz baja (véase Shulján Aruj 422:4; Shulján Aruj 644:1).
Halel en casa de un enlutado: Un hombre sefaradí que en Janucá reza en la casa de un enlutado, debe recitar el Halel con su respectiva bendición, e incluso el enlutado mismo debe recitarlo y bendecir (Kaf Hajaim 131:1). Un enlutado ashkenazí no debe recitar el Halel, pero el resto de los congregantes que estén presentes deben recitarlo en sus casas o cuando el enlutado salga de la habitación donde están rezando. De acuerdo con el libro Guesher Hajaím, incluso el enlutado debe recitarlo (véase Ben Ish Jai Vaikrá 15; Mishná Berurá 131:4; Maguén Abraham 135; Mishná Berurá 683:1; Kaf Hajaím ibíd., inciso 4).
Las mujeres respecto a la lectura del Halel: También las mujeres deben recitar todo el Halel con su respectiva bendición, ya que se considera parte del rezo; no obstante, un hombre no puede cumplir con su obligación por medio de una mujer que lo recita, ya que la obligación del hombre de recitar el Halel es algo independiente del orden del rezo (véase Rambam, Janucá 3:14; Tosafot Sucá 38, divur hamatjil “mi shehayá”, véase Sdé Jemed en las leyes de Janucá 9:2).
Se acostumbra encender las velas de Janucá en el Bet Hakneset en la mañana antes del rezo, sin bendecir por ellas.
No se dice la confesión ni “nefilat apaim” durante los ocho días de Janucá, y, por lo tanto, tampoco se dicen los salmos “Lamenatzéaj yaanjá” y “Tefilá leDavid”. Al decir hayom yom… beshabat kódesh, no se debe decir hashir shehayú haleviím omrim, etc., y, después de hoshienú, se dice Mizmor shir janukat habayt, leDavid, etc.
Shajarit se reza de forma habitual, y se agrega el párrafo de al hanisim en la amidá, en la bendición del agradecimiento, y se recita el halel completo. Adicionalmente, se dice el medio kadish y se lee la Torá.
Los sefaradim no dicen Brij Shmé cuando sacan la Torá, más que en los días en que se dice kéter en musaf; por lo tanto, en Janucá no se dice Brij shmé, a menos que sea Rosh Jodesh. Los ashkenazim sí dicen Brij shmé cada vez que sacan la Torá.