Pregunta:
¿Cuándo queda nidá una mujer antes de dar a luz?
Respuesta:
1. Cuando la mujer está por dar a luz, hay cinco situaciones distintas que demuestran que el parto se acerca:
A) La mujer se sienta en el lugar donde va a dar a luz.
B) No puede caminar.
C) Tiene contracciones regulares cada cinco minutos o menos.
D) Se le rompe la fuente.
E) Se dilata el cuello del útero dos “dedos” (cuatro centímetros) o más.
En los primeros cuatro casos la mujer no se considera nidá a no ser que también encuentre sangre, pero de cualquier manera debe separarse de su esposo de acuerdo con las leyes de separación. Si ella no da a luz, puede hacerse una revisión interna, y, si está limpia, queda permitida de nuevo para su esposo. A pesar de que hay opiniones que discrepan de esta postura y opinan que está prohibida, la costumbre es ser permisivos. En la quinta situación, cuando a la mujer se le dilata el cuello del útero dos dedos o más, ella se considera nidá y recaen sobre ella todas las prohibiciones, aunque no haya sangrado. A pesar de que ella no dé a luz después de tener dicha dilatación, para purificarse necesita contar cinco días, hacerse la revisión del hesfék tahará, contar “siete días limpios” y sumergirse en una mikve.
2. Cuando una mujer encuentra sangre o tiene una dilatación de dos dedos en el cuello del útero, aplican todas las prohibiciones descritas, incluyendo el contacto físico y que su esposo le vea las partes del cuerpo que normalmente están cubiertas, y por ende, él tiene prohibido ayudarla a subirse a la ambulancia mediante el contacto físico. No obstante, si no hay nadie más que pueda ayudarla, él puede hacerlo aunque tenga que tocarla, pero de una forma indirecta, a través de la ropa. En esas circunstancias el contacto físico está permitido, ya que no demuestra afecto y es sólo para ayudarle. Durante y antes del parto, un esposo no debe tocar a su esposa ni ver aquellas partes de su cuerpo que usualmente están cubiertas, sino que debe alentarla desde la entrada de la habitación donde va a dar a luz. Hay que saber que observar a su esposa cuando está prohibido hacerlo puede provocar un daño bastante serio en su relación y provocar que ella sea despreciada por él.
Revisión del médico o de la partera
La revisión del médico o de la partera puede provocar que la mujer se vuelva nidá.
1. Hoy en día, las mujeres de Israel son rigurosas consigo mismas, y aunque vean solamente que les sale de su cuerpo una gota de sangre cuentan “siete días limpios” para poder purificarse en la mikve. Esto aplica también después del parto: deben contar “siete días limpios”, como las mujeres que dan a luz cuando están en estado de zavá. Algunas veces pueden darse coincidencias en la cuenta de estos días. Por ejemplo: si una mujer da a luz a un varón el primero del mes hebreo, y termina de sangrar, puede hacerse la revisión del hefsék tahará el día cinco del mes antes del anochecer, y el día seis se considera como el primero de los “siete días limpios”; en la noche del día trece puede sumergirse en la mikve y queda permitida para su esposo. Esta inmersión la purifica tanto de la impureza por el parto, que termina el día ocho del mes, como de su impureza regular, que termina el doce del mes.
Si ella estaba nidá antes del parto, puede contar los cinco días previos a los “siete limpios” a partir del momento en el que se impurificó, siempre y cuando no haga la inmersión antes del octavo día del mes.
Si el primero del mes hebreo da a luz a una niña y termina de sangrar, puede hacerse la revisión del hefsék tahará el quinto día del mes antes del anochecer y contar los “siete días limpios”, pero no puede sumergirse en la mikve en la noche del trece, ya que la impureza por causa del parto todavía no ha concluido. En cambio, ella debe esperar hasta que termine el día catorce para luego sumergirse en la mikve. Esta inmersión la purifica de su impureza regular y de la del parto. Si ella se sumerge en la mikve antes del día catorce, contado a partir del parto, la inmersión es inválida y debe hacerla de nuevo después de que concluyan los cuarenta días.
2. Si continúa sangrando y no puede hacerse la revisión del hefsék tahará, no puede sumergirse en la mikve cuando concluyan los días de la impureza por causa del parto. En lugar de esto, ella tiene que esperar hasta que deje de sangrar para hacerse una revisión de hefsék tahará, contar “siete días limpios” y, sólo entonces, podrá sumergirse en una mikve.
Hoy en día, por lo general, el sangrado posterior al parto dura varias semanas y, únicamente después de que éste termine, la mujer puede comenzar el proceso de purificación. |