¿Cómo se debe decir la confesión? ¿Cuál es el texto de la confesión y se le pueden agregar los pecados personales a la confesión común?
La confesión debe decirse lentamente, con el corazón roto y doblegado. Se debe hacer una pausa entre cada palabra, para que la persona sea consciente de ante Quién se está confesando (Kaf Hajaím 131:17). La persona debe mencionar todos los pecados que están escritos en el texto de la confesión de “ashamnu, bagadnu, etc.”, a pesar de que haya pecados escritos que no haya cometido, ya que la confesión que uno dice incluye también a los demás integrantes del Pueblo de Israel, las reencarnaciones pasadas, y pecados menos severos que se consideran como severos, como por ejemplo, lo que está escrito, que aquel que avergüenza a su compañero en público es como si lo estuviera asesinando (T.B., Baba Metzia 58b). Una persona importante debe ser más cuidadosa en decir toda la confesión, ya que Hashem es minucioso con los tzadikim y les examina hasta los detalles más pequeños (Ben Ish Jai primer año, Parashá Ki Tisá, cap. 1). Especificar los pecados: De acuerdo con la kabalá, sólo hay que decir la confesión en orden alfabético. De todas maneras, cuando un individuo se confiesa solo, es correcto que después de leer el texto de la confesión, especifique sus pecados personales. Esto debe hacerse en silencio para que los demás no lo escuchen, pues está escrito “bienaventurado es aquel que eleva las transgresiones y oculta los pecados” (Tehilím 32:1). (Shulján Aruj 607:2). No obstante, en la versión de la confesión escrita en los sidurim comunes, e incluso en la de Rabenu Nisim, no hay un problema de decirlo en voz alta, ya que eso no se considera publicar los pecados. A pesar de que está escrito que quien publica sus pecados se considera un descarado, eso aplica sólo con respecto a las transgresiones que hace en contra de Hashem, pero en lo que respecta a las transgresiones en contra de su prójimo, es bueno publicarlas y sentir vergüenza. Y aunque la gente se entere por otros medios de los pecados que él cometió contra Hashem, debe seguir publicándolos, para que de la misma manera que se publican sus malas acciones, se publique su arrepentimiento (Véase el Rambam en el Mishné Torá, halajót de arrepentimiento 2:2 y el Raabad, ídem). Si la gente tiene la sospecha de que alguien pecó, él puede revelar su pecado (véase más adelante, en las leyes referentes a Yom Kipur). El texto de la confesión del dirigente del rezo: El dirigente del rezo que se confiesa en nombre de toda la congregación y dice el texto común, debe decirlo en voz alta para que las personas lo escuchen, retornen a Hashem, y se les considere como expiación. A todo dirigente del rezo que baja la voz a la hora de hacer la confesión comunitaria se le debe reclamar; sin embargo, aquel dirigente del rezo que dice sus pecados personales en voz alta, está equivocado. (Shut Haramá 102). Una sola confesión: No se debe decir la confesión más que una sola vez, aunque sean dos versiones distintas. Por lo tanto, cuando se dice tikún jatzot antes de las selijot, no se debe decir la confesión del tikún jatzot, sino únicamente la de las selijot. Asimismo, si alguien dice selijot o tikún jatzót y luego va a recitar el keriat shemá al hamitá, no debe decir en ambos la confesión, ya que la persona que duplica su confesión se considera como un perro que se come su propio vómito (Maasé Rav 202; Kaf Hajaím 602:13; Ben Ish Jai Vaishlaj 13). La confesión en la víspera de Rosh Hashaná: En la víspera de Rosh Hashaná y de Yom Kipur, la persona debe procurar decir las selijot antes del amanecer para poder decir la confesión y el nefilat apaim de las selijot. Si llega el alba antes de que lo hayan dicho, hay quienes no dicen nefilat apaim. De todas maneras, si sale el sol, ya no se debe decir la confesión. Sin embargo, si una persona durante todo el mes de Elul dijo las selijot antes del amanecer y sólo esta vez se le hizo tarde, puede decir todas las selijot de la misma manera en que las dijo durante todo el mes (Maguen Abraham 581:13; Ben Ish Jai segundo año, Nitzavim 2). |
La confesión
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